03 septiembre, 2010

2097 Portadores de riesgo

Breve nota del autor

Hace unos cuantos años se me se me ocurrió experimentar con la ficción, en realidad jugar un poco con la ciencia ficción, un género poco trabajado en Argentina; el resultado fue esta breve novela que se sumerge en un mundo futuro, planetario, en el que la literatura es redescubierta ( tal vez debería decir descubierta) por el protagonista, un adolescente que cursa el cuarto nivel meridiano...
El año, 2097, sólo responde a que cuando la escribí estábamos en 1997 e imaginé la historia cien años adelante de ese mundo, como decirlo: ¿globalizado?
Como sea, sin pretender igualar a un escritor profesional, ni buscar su publicación editorial, vaya como aporte, como experimentación con la escritura, como ejercicio de la imaginación, como juego con los universos de  la ficción...

¡Ojalá la disfruten! Y si no, de todas maneras es virtual...

Sinceramente,
Darío Balvidares



INFORME PRELIMINAR

Luego de los acontecimientos producidos en la primera década del siglo XXI a causa de la hipercontaminación y los últimos enfrentamientos étnicos, los habitantes de la Tierra decidieron una reconciliación global.

En el 2015 las redes de información habían cambiado por completo la visión del mundo y como consecuencia, también se produjeron alteraciones en los sistemas referenciales. El nuevo proceso respondía al imperativo tecnológico.

Pero la confusión de aquellos primeros tiempos empujó a la humanidad a la desestabilización cultural, aunque, por otra parte, fue gracias a la tecnología que se pudo prevenir “El Gran Incendio”

Desde la década del ‘80 del siglo pasado se venían estudiando las fluctuaciones en la composición atmosférica, estos análisis habían revelado un incipiente ascenso en el dióxido de carbono (CO2) y los científicos establecieron la relación con el calentamiento de la Tierra, habían llegado a las primeras conclusiones que respondían a que el aumento progresivo del CO2 era producto del uso de los combustibles fósiles, sumado a la destrucción indiscriminada de los bosques tropicales y las pruebas nucleares.

En aquel momento se había estimado que en el término de cien años la temperatura global sufriría un aumento estimado entre 2º y 6º grados centígrados, esto afectaría el clima del mundo (afectaría las cosechas y subiría el nivel del mar).

Pero no era el único inconveniente atmosférico el problema del aumento del dióxido de carbono, paralelamente otra variación se producía en la química atmosférica: la disminución de la capa de ozono, que había protegido la vida en el planeta durante millones de años de la radiación ultravioleta, había comenzado a disminuir sensiblemente.

Una de las hipótesis más firmes fue la que aludía al efecto de los clorofluorcarbonos (CFC) liberados por los aerosoles.

Los cien años que se habían estimado en aquella época respecto de los cambios en la temperatura global se vieron alterados. En poco más de dos décadas el aumento de la temperatura media global demostró que las predicciones anteriores habían fracasado y que el efecto invernadero no respondía a secuencias lógicas de crecimiento.

Hacia fines del año 2010, frente a la amenaza de “El Gran Incendio”, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó lo que jamás se hubiese logrado de no mediar la posibilidad del colapso planetario, decretó por voto unánime la Paz Virtual, pues ya eran demasiados los síntomas de catástrofe (incendios forestales cada vez más frecuentes, grandes centros anticiclónicos, huracanes devastadores) que provocaban flujos migratorios de poblaciones enteras hacia otras regiones menos azotadas. La gente se iba desplazando en tal magnitud de una región del globo a otra que, por supuesto, se produjeron enfrentamientos permanentes.

El decreto de las Naciones Unidas incluyó una convocatoria sorpresiva a los científicos que habían investigado sobre la habitabilidad de la Antártida para realizar un estudio comparativo con los análisis producidos por los expertos de la NASA sobre los informes obtenidos de las dos expediciones al Planeta Marte.

Los primeros estudios comparativos arrojaron resultados que los principales referentes de las Naciones Unidas no habían sospechado. Los análisis sobre la composición atmosférica mostraban que los niveles de oxígeno en la Tierra eran del 21% mientras que en Marte disminuía sensiblemente el porcentaje a 0,2. El dióxido de carbono, principal problema en la Tierra, sufría una lenta pero progresiva suba que se manifestaba, según los últimos registros históricos, en 0,04 % en el año 2000 y en 0,10 % en el 2008, pero el aumento no era lineal, las proporciones de crecimiento no se podían establecer con exactitud por efecto de las fluctuaciones del ozono.

El último registro fue el que llevó a las Naciones Unidas a lanzar el decreto, los niveles del CO2 ya habían ascendido al 0,20 % en el 2010.

Paralelamente los resultados de las dos expediciones a Marte y los consecuentes estudios mostraron que el dióxido de carbono contenido en la atmósfera representaba el 95% pero la diferencia consistía en que esa frecuencia respondía a los ciclos naturales de las actividades volcánicas que el planeta había sufrido durante millones de años y no a las consecuencias producidas por factores artificiales como había sucedido en la Tierra.

Esa composición química de la atmósfera marciana impedía cualquier posibilidad de vida orgánica, sumado a la falta de agua en la superficie. Pero estudios posteriores revelaron la presencia de trazas de agua bajo la superficie y vapor de agua en los casquetes polares.

En el año 2015 frente al nuevo proceso, luego de los primeros estudios comparativos, se decidió como estrategia, para acelerar los tiempos, otorgar al sistema GlobalNet, heredera de la primitiva Internet, toda la información emanada de los centros de investigación del mundo. El procedimiento consistía en la identificación de datos y la posterior discriminación de los mismos para establecer el orden de importancia de los análisis comparativos.

La información secuenciada de esa forma volvía a los centros de experimentación para ser trabajada desde las hipótesis planteadas por GlobalNet y luego, una vez finalizada la tarea, todo el material era reenviado a GlobalNet para su evaluación sin la intervención humana. De esta manera la humanidad se había asegurado la objetividad que las máquinas le ofrecían, puesto que éstas ignoraban las distancias culturales, sociales y raciales que habían provocado la separación de la humanidad históricamente.

Los descubrimientos se sucedieron unos a otros, tanto a nivel científico como sociocultural, la idea de una sociedad única comenzó a materializarse en poco tiempo. Depender de los códigos de un sistema neutral mejoraba la convivencia y los cambios eran aceptados con total normalidad porque provenían de las computadoras, respetadas como habitantes superiores por no tener intereses fundados en acceder al poder tal como la humanidad había concebido el concepto.

Escribían y controlaban la nueva historia mediante su sistema operativo, evaluaban y resolvían lo significativo para la vida, decidían lo que podía ser desechado para no interrumpir el avance de la tecno-ciencia y no provocar demoras en el diseño de los proyectos regidos por el imperativo tecnológico.

No pasó mucho tiempo para que las máquinas certificaran la posibilidad del Operativo Migración.

En el 2020 la GlobalNet estaba a punto de terminar los estudios sobre la Antártida y Marte, que habían comenzado con el decreto de la disuelta ONU, para ordenar la secuencia: Migración en proceso.

Los estudios comparativos habían revelado que si bien en Marte las proporciones de dióxido de carbono eran sumamente altas y las de oxígeno extremadamente bajas para cualquier tipo de vida orgánica, esto podría ser revertido puesto que la atmósfera marciana ya había culminado el ciclo volcánico similar al que había sufrido la Tierra hacía cuatro millones de años, por lo tanto el primer hallazgo científico había abierto dos hipótesis sobre la historia marciana: o bien Marte se encontraba en plena transición hacia el presente terrestre y por lo tanto evolucionaría como evolucionó la Tierra, o bien estaba en un segundo ciclo al cual la Tierra se iría acercando progresivamente por efecto de los cambios en la composición química de la atmósfera.

La segunda hipótesis respecto de Marte era la más aceptada por GlobalNet, pero en cualquier caso, en Marte, todo estaba por hacerse y con ayuda de los conocimientos adquiridos se había llegado a la conclusión que era mejor partir de un proceso geológico terminado que tratar de detener el que se estaba produciendo en la Tierra, puesto que las variaciones en la química atmosférica no podían ser controladas durante el proceso, mientras que la restitución química de un proceso acabado tenía la posibilidad de ser controlado bio-científicamente.

Por otra parte, la Antártida se mostraba como el lugar de la posible emergencia para el aislamiento, por sus casi nulos índices de contaminación.

De las tres zonas: Interior, Costera y Peninsular, los informes habían revelado que la más propicia para el desarrollo de la humanidad era la peninsular, sin excluir las otras dos que serían afectadas para otros puntos del operativo.

La zona peninsular, dentro del estudio termométrico realizado, era la que presentaba condiciones más fáciles de resolver respecto de las variaciones climáticas pues las temperaturas permanecían sobre 0º centígrados durante buena parte del año.

Otros factores de carácter biológico y geológico animaban a los científicos dependientes de la GlobalNet a la posible consecución del Operativo Migración:

1) El resultado de las investigaciones en los nutrientes que poseían los océanos que rodeaban al continente blanco.

2) Los biólogos habían descubierto que los peces de las aguas antárticas tenían un componente anticongelante en su sangre que les permitía soportar temperaturas bajo cero, el estudio genético de esos peces abriría la posibilidad de que la humanidad ya no sufriera las bajas temperaturas. El descubrimiento no estaba muy lejos puesto que el Proyecto Genoma había llegado a su última etapa y la secuenciación de los genes ya hacía varios años que estaba terminada.

3) La historia geológica ya había demostrado que la parte central de la Antártida era la consecuencia del antiguo continente Gondwana que se había separado a finales del período mesozoico, cien millones de años atrás, y que el desplazamiento había transportado a la masa terrestre desde las zonas tropicales del globo. Los expertos en radioglaciología habían descubierto que bajo el hielo existían grandes lagos que podían proporcionar más elementos para la sustentación humana puesto que esas aguas contenían un grado de pureza protegida por millones de años.

Las investigaciones se aceleraron cuando GlobalNet instaló en el programa la última secuencia del operativo, luego de que se hubieron obtenido los datos sobre la factibilidad de llevar a cabo los emprendimientos de fertilización avanzada del suelo marciano en la zona norte del planeta.

Había que crear las condiciones químicas de la atmósfera, pero no resultó dificultoso debido a que el proceso de calentamiento global de la superficie estaba agotado, por lo tanto se montaron los dispositivos para subir los niveles de oxígeno y desarrollar el proceso de Evolución Asistida:

1) Se provocó la reacción del dióxido de carbono (con una presencia del 95% en la atmósfera marciana) con las rocas de la corteza marciana para formar carbonatos, algunos se disolverían en los grandes canales de desagüe y otros en los pequeños, generando agua y dando origen a la vida primitiva capaz de provocar la fotosíntesis. La consecuencia fue la aparición del oxígeno procedente de la combinación fotosintética de dióxido de carbono y agua.

2) Sobre este nuevo paisaje comenzaron los procesos de fertilización avanzada y en unos pocos meses la atmósfera marciana y la superficie ya estaban listas para recibir a los primeros pasajeros del Operativo Migración.

GlobalNet había desarrollado todo el proceso en el planeta sin presencia humana, sino con robots especializados que fueron transportados en el último viaje de la generación Viking .



Los estudios nunca se detuvieron, los ecólogos cumplieron un papel fundamental en el estudio de habitabilidad de las nuevas zonas y el diseño de una nueva organización social, fue plasmado por la GlobalNet y se vio concretado en el año 2047.

Una increíble red de arquitectos sociales había preparado el modelo de estructura social para la humanidad, con el cual el pasado había sido clausurado para dejar paso al presente perpetuo y sólo los acontecimientos que eran considerados relevantes podían quedar registrados en la “Historia de la nueva Civilización”. No era la noción de Historia lo que estaba oculto sino el contenido.

La memoria histórica era poseída por la GlobalNet que se había establecido en Marte, en un lugar llamado Olympus Mons . Sólo la GlobalNet podia definir el perfil del pasado, también se le concedió ese privilegio a los Directores de Programa que tenían ascendencia familiar, pero el juramento de seguridad del sistema les impedía revelar información a su descendencia a riesgo de pagarlo con su propia vida.

El resto de las zonas afectadas al Operativo Migración fue catalogado por actividad:

La región de la meseta Elísea , luego del proceso de recuperación ambiental, fue elegida como residencia de la humanidad, allí se distribuyeron y reorganizaron según el imperativo tecnológico.

Pero el Operativo Migración no suponía el abandono definitivo del antiguo hogar. En la Antártida (fuera de la contaminación y de acuerdo con los resultados de las investigaciones) el proceso de acondicionamiento había llegado a su finalización con los aportes de la biología, la genética y la glaciología, más el apoyo brindado por la bioinformática, la ingeniería y la arquitectura.


En la zona Peninsular se estableció el Centro de Educación, el lugar del estudio perfecto, de acuerdo con los postulados del imperativo tecnológico fijado por la GlobalNet (la distracción no era contemplada en el sistema, por lo tanto, para la vida familiar sólo había un período del que disfrutaban algunos estudiantes y en otros casos de licencias especiales), el lugar para la expansión de la educación central, donde se preparaba a la civilización para las distintas funciones que deberían cumplir en el sistema.

Las otras zonas fueron empleadas para resguardar al sistema de la desestabilización jurídica y orgánica:

“Vinson” funcionaba como prisión para delitos menores, justificados por el “Gran tribunal Superior”. La administración de la justicia estaba incluida en una de las fases del sistema, fue alimentada con toda la información jurídica existente.

La objetividad de la GlobalNet aseguraba sentencias justas: Los habitantes del sistema que hubiesen transgredido las normas derivadas del Imperativo Tecnológico eran sentenciados a una estadía de recuperación para su posterior reinserción en el sistema. Los rehabilitados, en caso de reincidencia, eran enviados a Bentley.

“Bentley” prisión para delitos mayores, considerada de máxima seguridad, era el lugar de donde no había regreso, allí las esperanzas para la reinserción se desvanecían.

“Monte Erebus” transformado en cementerio, era el único lugar que no podía ser visitado debido a su condición volcánica activa. Se enviaba a los muertos colocados en mononaves que se destruían desde Olympus Mons para no correr el riesgo de una futura contaminación.


NOTA: La GlobalNet, que se autodenominaba “elite dirigente”, decidió los cambios horarios y las medidas de esos cambios. Los nuevos patrones para todo el sistema biplanetario fueron: Microcentésima, centésima y fracción. Dejaron Día y Año. Asimismo el sistema de medidas fue sustituido por el Fractal.

Los avances tecnológicos en el año 2097 habían logrado tal desarrollo en el área científica y de comunicación que las distancias habían desaparecido por efecto de la virtualidad.

Capítulo 1

Viernes 20 de Septiembre

En la pantalla de la PC del bisabuelo de Jordi, todo era verde, verde oscuro. Los rayos emitidos por la computadora se dispersaban en el aire chocando con la luz de la tarde, produciendo una atmósfera de incertidumbre. Jordi, molesto por los rayos, insistía en ingresar al sistema.

La luz que ingresaba por la pequeña ventana era de un color rojizo y por momentos azulado. La extrañeza de la atmósfera, producto del choque entre la luz y los objetos del pasado, envolvió a Jordi en un espacio de irrealidad provocándole la desaceleración de su paso.

Visto a la distancia, se producía una rara mezcla entre hombre y máquina, dentro de un espacio, que por efecto de las luces, parecía irreal.

Ese viernes, un día antes del inicio de las clases regulares en el Sistema Meridiano, cansado de la inactividad que presuponían unas largas vacaciones, decidió bajar al sótano de su casa e investigar los recuerdos de familia. Encontró todo tipo de elementos en desuso que funcionaban a la manera de un rompecabezas ante sus ojos; en el final del siglo XXI.

En ese momento pensó, "Este lugar parece de otra galaxia", mientras observaba el polvo rojizo suspendido en el aire. La mirada que ponía en cada objeto, que aparecía a su paso, lo incitaba al esfuerzo por penetrar lo desconocido y lejano.

Detrás de la vieja y alta estantería de madera lustrada de su abuelo, encontró enfundada la computadora de su bisabuelo, de la cual había tenido referencias por su padre. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido de aquella conversación, era la primera vez que el muchacho bajaba al sótano para materializar su curiosidad. Sin perder más centésimas se sentó delante de ella e intentó ponerla en funcionamiento presionando todos los botones que abarcaba el teclado: "¿TIENE USTED LA CLAVE PARA INGRESAR AL SISTEMA?"

Esta pregunta, que partía de la pantalla verde oscura, conmocionó su cerebro del siglo XXI.

Jamás había visto nada igual, ni siquiera en sus clases de Tecnociencia. Para él, estudiante del cuarto nivel meridiano, esa pregunta resultaba confusa, ya que en el 2097 el ingreso a las MÁQUINAS ESTRUCTURADORAS no se realizaba por medio de claves secretas sino que respondían a las ondas acústicas de la voz del habitante que la tenía asignada por órdenes emanadas estratégicamente para cada uno de los miembros del sistema planetario con el control de la elite.



CAPÍTULO 2



"¿TIENE USTED LA CLAVE PARA INGRESAR AL SISTEMA?", aparecían y desaparecían las palabras en la inmensidad del verde oscuro de la fría e impersonal pantalla de la PC del año 1989. Ante la pregunta de la computadora y en ese espacio de irrealidad que lo envolvía, comenzó a probar con distintos signos y fechas las posibles claves para entrar en un sistema lejano y decadente.

Probó con las palabras SISTEMA PLANETARIO y la computadora, luego de unas centésimas, contestó: "NEGATIVO". NAVE: "NEGATIVO". AGUJERO NEGRO: "NEGATIVO". BIG BANG, escribió en el teclado, para encontrar en el centro de la pantalla el cartel en letras uniformes de "NEGATIVO". AÑO 2001: "NEGATIVO". SECRETO, intentó nuevamente con cierto aire de desaliento e intrigado por no poder ingresar a lo que se suponía un sistema sencillo. La vieja PC respondió orgullosa "NEGATIVO".

Casi vencido por una máquina envejecida, pensó en consultar a su padre, "quizás él tenga en su memoria la clave secreta". Fue en ese momento cuando se le ocurrió probar con la palabra PAPÁ.

Micro-centécimas después la computadora contestó: "HA INGRESADO USTED AL SISTEMA". Una mezcla de sensaciones se apoderó de él. Por un lado, la alegría de ingresar en la memoria y el orgullo de haber vencido a la máquina; por el otro, la simpleza con que su bisabuelo había sellado su secreto, no podía creer en la sencillez de la palabra clave.

Jordi se encontraba ante la posibilidad de desentrañar un misterio, al mismo tiempo se preguntaba con insistencia, "¿Cómo puede ser que la clave haya sido tan rudimentaria?. Sin duda no puede estar registrada en la red del sistema GLOBALNET y por lo tanto la elite dirigente no debe tener conocimiento de la PC del bisabuelo".

En ese instante comenzó una transfiguración en su rostro, supo que con esa vieja máquina tendría acceso al pasado, aquello que los habitantes planetarios habían perdido. En ese momento sintió miedo: "Tener un pasado... tener una memoria".


CAPÍTULO 3



A medida que el miedo desaparecía de su rostro, empezó a invadirlo una rara mezcla de alegría contenida y ansiedad. "Tener un secreto", pensó, mirando la luz que apacible y rojiza entraba por la ventana del sótano.

Jordi estaba seguro de que esa PC en desuso, a pesar del paso del tiempo, contenía parte del pensamiento del bisabuelo. Acceder a él le permitiría conocer su propia historia. Y fue en ese momento cuando toda la realidad se tiñó de un raro efecto fantástico; lo que lo rodeaba adquiría, ante sus ojos, una dimensión de pasado y sólo la máquina y él frente a frente contaban.

Tanto el espacio como el tiempo se detuvieron a la espera del develamiento del secreto. Supo que ese secreto sería contado a sus dos mejores amigos cuando se encontraran en el Centro de Estudios.

El entusiasmo de poseer algo propio y único lo llevó a presionar la tecla ENTER de la máquina. La tecla era de un color gris claro en los bordes y de un gris sucio en el centro. Jordi sintió que esa suciedad era parte de su historia, porque ese gris oscuro había sido el producto del uso; ese rastro de tierra pegado en la tecla pertenecía a un pasado lleno de trabajo y parecía una huella llena de significado.

Micro-centécimas más tarde la pantalla se cubrió, en su parte inferior izquierda, de siglas: dir-directorio... nuevamente apretó ENTER y la pantalla verde oscura se tiñó de letras.

ARCHIVO: Literat.; Catalog. ; Inventa.

Sin más pausa, llevó el señalador a literat. y presionó ENTER, pero no obtuvo ningún resultado. Probó llevar el señalador a unas letras que titilaban en la parte inferior de la pantalla: CD... y escribió dejando un espacio literat.

Lentamente comenzaron a desprenderse nombres y claves que para Jordi eran totalmente desconocidos: BORGES - ARLT - CORTÁZAR - GIRONDO - PIGLIA - RIVERA - SORIANO - ECO - BAUDRILLARD - FLAUBERT- CERVANTES. 1941 EXP. H.

Entendió que lo que estaba observando eran nombres que su bisabuelo había almacenado por algún motivo que todavía no se explicaba.

Intrigado por los nombres, se detuvo con el señalador en uno de ellos: JORGE LUIS BORGES y apretó, nuevamente, la tecla ENTER.

La pantalla se llenó, cansada, de una serie de palabras que no entendía; era un lenguaje muy diferente al usado cotidianamente. "¿Sería el lenguaje usado en aquellos tiempos? ¿Sería una clave secreta?", trataba de reflexionar Jordi; de lo que sí estaba seguro, era de que las palabras usadas en aquella época tenían una cadencia y una forma realmente misteriosa:

"Vuelvo a Junín, donde no estuve nunca, a tú Junín, abuelo Borges. ¿Me oyes, Sombra o ceniza última, o desoyes en tu sueño de bronce esta voz trunca?"

"Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de bambú sumergiéndose en el fango sagrado, pero a los pocos días nadie ignoraba que el hombre taciturno venía del sur..."

Lo intrigó la cifra que aparecía junto a los nombres, 1941... y llevó el señalador hasta allí, apretó nuevamente ENTER pero la máquina no se dio por enterada. Todo en la pantalla siguió como entonces.



CAPÍTULO 4



La pasividad de la casa, la sensación de plenitud que emanaba del silencio de las habitaciones, sorprendió a Jordi que subía del sótano casi de la misma manera que si hubiera permanecido en otra galaxia, producto del reciente descubrimiento.

"Los días que vienen no van a ser fáciles", escuchó mientras caminaba por el pasillo que conducía a la sala del comedor, frente a la habitación de sus padres.

Le resultó extraño el tono de la voz de su padre y se detuvo.

"La elite me pidió un rediseño de la "nueva generación" y vos ya sabés que ese tipo de trabajo no me gusta. Ser un licenciado en diseño cibernético, especialista en sustitución humana por orden de Olympus Mons tiene sus consecuencias", dijo el padre con voz entre temerosa y preocupada.

"¿Cuál es el problema? Al contrario es para prolongar la vida", se preguntó y respondió al mismo tiempo su esposa, sin dar importancia al tipo de trabajo reproductivo que llevaba a cabo Iván.

Jordi tuvo una creciente sensación de extrañeza frente a las palabras escuchadas y decidió seguir la conversación.

"Pero Maia, no te das cuenta cuál es el problema; si diseño los nuevos sustitutos..."

"Pero ese no es un problema, es tu trabajo", lo interrumpió Maia, sin presentar síntomas de nerviosismo como los que aparecían en Iván a medida que la conversación avanzaba.

En el 2077, la elite había concretado lo que para ellos era el sueño planetario.

El proyecto de sustitución, que se estaba produciendo con la nueva arquitectura social, tenía al padre de Jordi como Director.

Jordi irrumpió de pronto en el cuarto y sus padres se sobresaltaron. Maia le hizo un gesto a su esposo para que se calme, mientras el muchacho los miraba con actitud interrogativa ante el insostenible silencio.

"¿Dónde estabas?", preguntó el padre, como ajeno a cualquier fastidiosa situación.

"En el sótano", contestó Jordi aturdido por los momentos insólitos que había vivido en las últimas dos fracciones.

El rostro de Iván se reflejaba en el vidrio de la ventana que daba al parque, produciendo un efecto de inmovilidad al contemplarse a sí mismo cansado.

Las primeras sombras de la noche que se extendían sobre los árboles y la pesadez que le provocaban las presiones de su propio trabajo se conjugaron en un todo incompleto y a la vez avasallante en la mirada de Iván, que Jordi percibió, acrecentando la atmósfera de incertidumbre.

"Cuantas cosas antiguas y sin valor guardan, ¿por qué está en el sótano la PC del bisabuelo, si todavía funciona? y... ¿qué cosas incomprensibles dice? ¿no la puedo llevar a mi cuarto?", preguntó Jordi mirando los ojos de su padre.

"¡No!", respondió Iván casi sin reflexionar y visiblemente nervioso.

"Es hora de cenar", intervino Maia con un tono apacible.

Las preguntas de Jordi y la rotunda negativa, configuraban un clima, que desde la inexplicable desaparición de su abuelo, (porque nunca supieron como ocurrió, sólo fueron informados) el padre de Iván, no se respiraba en la casa.


CAPÍTULO 5



Los modelos de decoración interior presentaban una mezcla de estilos que se habían fundido con los muebles del pasado remoto más las formas típicas del inicio del Operativo Migración, completadas por las últimas expresiones del diseño ultramoderno de fines de siglo.

El viejo y obsesivo estilo futurista, lleno de metales y acrílicos, dejó paso a materiales más cálidos como la madera, las telas y alfombras.

El comedor de los Balbo presentaba características singulares: una mesa triangular preparada especialmente por los artesanos, de acuerdo con las medidas del ambiente y exclusivamente para tres personas: el grupo familiar.

Curiosamente Iván había adquirido en una feria artesanal, la lámpara antigravitacional móvil que los Balbo colocaban siempre sobre la mesa. Esta lámpara permitía su ubicación en cualquier lugar del salón y a cualquier altura, prescindiendo del tan fastidioso cable y soporte.

Las leyes físicas en el 2097 habían sido controladas por los ingenieros de la elite.

El comedor se completaba con almohadones, heredados del bisabuelo de Jordi, que correspondían a tiempos ya pasados, de estilo informal.

Las paredes no poseían adorno alguno, puesto que los revestimientos térmicos impidan que cualquier objeto fuera apoyado en su superficie, sin embargo, Maia había logrado darle al ambiente un toque personal; había conseguido plantas de variados colores cerca del río Riesling, al este de los Montes Krotz (algunos lugares geográficos fueron bautizados con nuevos nombres luego del proceso de fertilización avanzada para el reciclaje ambiental del planeta ).

A pesar de lo cálido del ambiente, un clima de incomodidad continuaba invadiendo la casa de los Balbo.

Decidieron cenar más temprano que de costumbre a causa del inminente comienzo de los cursos en todo el sistema.

Jordi pensó en preguntarle a su padre sobre la negativa rotunda para llevar la computadora a su cuarto, pero se contuvo ante el silencio que imperaba en la mesa; sin embargo mientras lo miraba, quiso descubrir su preocupación por la "nueva generación" de sustitutos. Tema que apenas pudo escuchar cuando había entrado al dormitorio.

Cuando Iván advirtió la mirada de su hijo, le preguntó con suavidad, "¿Por qué bajaste al sótano?"

"Porque estaba aburrido y no sabía que hacer", contestó Jordi como si fuera una actitud netamente cotidiana y agregó, "Siempre me interesaron las cosas viejas. A propósito, ¿por qué no puedo llevar la computadora a mi cuarto?, sólo la quiero para investigar y divertirme un poco viendo como funciona."

"¿Quieren más ensalada?", interrumpió Maia mirando a Jordi severamente, como anunciando el principio de un problema.



CAPíTULO 6

Un ruido, ya conocido, alertaba la llegada de los radiocópteros sobre el cielo de la ciudad.

"Mirá Jordi, creo que es el momento de contarte algo de nuestro pasado familiar. Mi abuelo fue, y con mucho esfuerzo, el director de una importante biblioteca", comenzó a contar Iván.

“¿Qué es una biblio... cuánto?”, preguntó Jordi sorprendido.

"Una biblioteca, Jordi, es un depósito de libros, pero que están allí para ser consultados y cada uno de ellos representa una idea del mundo. Los últimos estaban en los estantes de madera que de seguro viste en el sótano; son parte de la biblioteca personal de tu abuelo, pero vacíos, sin libros", trató de explicar Iván.

"¿De qué mundo?", interrumpió Jordi.

"Ahí está el problema Jordi..." dijo Iván mirando a Maia.

"Pero antes de continuar tengo que pedirte un pacto de silencio, hijo. Por nuestra seguridad", dijo el licenciado en diseño cibernético, cansado de presiones y mirando a Jordi con ternura y preocupación.

Continuó: "Tu bisabuelo antes de morir le dejó encargado a tu abuelo su computadora personal, porque en esos tiempos los libros comenzaron a desaparecer y con ellos la información sobre el mundo. Cuando se inicia el Operativo Migración, me contó mi padre, todos los libros habían desaparecido, pero ni él ni nadie supo dónde ni cómo."

Sin embargo, Iván declaró lo que obviamente no debería haber dicho," en un lugar de Olympus Mons, por la vía LVII, existe una zona prohibida, allí está la biblioteca aunque no sabemos cuántos libros se destruyeron".

"¿Y los CD rom con hipertextos de fines del siglo XX, como con los que trabajamos en el centro de estudios?, preguntó Jordi ansioso.

"Algunos fueron habilitados por cosiderarse material científico objetivo, otros, la mayoría, fueron alterados en sus contenidos informáticos al mismo tiempo que codificados para que sólo algunos tuvieran acceso", respondió Iván, como sacándose un peso de encima.

La pregunta de Jordi no demoró un instante, "¿Vos tenés acceso?"

"Sólo a algunos, que son imprescindibles para mi trabajo", contestó Iván y continuó, "dentro de la computadora del bisabuelo, y esto es lo que tenés que callar, hay información extraída de esos libros, no de todos por supuesto, pero sí de algunos que él consideraba importantes. Esa información es peligrosa en estos tiempos, son residuos o restos de un pasado, son lo que queda de la memoria de la humanidad. Y por ser justamente la memoria de un pasado, es información peligrosa. En definitiva y para que no hablemos del tema; lo que está dentro de la computadora de tu bisabuelo son fragmentos de algunos libros de escritores consagrados en otra época."

Jordi interrumpió a su padre y ante la revelación le preguntó algo que ya había intuido antes: "¿Pero entonces esta computadora no está conectada al circuito de control central de la organización? ¿Y qué significa 1941?" concluyó.

Maia se levantó apresuradamente de la mesa sin mirar a su esposo y con la más absoluta convicción de que esa revelación, que acababa de hacer Iván a su hijo, traería más de una complicación a la familia.

Los radiocópteros insistían, incansables en su anuncio del inicio de las clases: "Habitantes planetarios, el 21 de septiembre del presente año, los megadisketes para iniciar las variables de nivel, sólo para aquellos que hayan cursado los niveles anteriores del plan sistémico educacional, serán puestos en funciones durante la fracción novena. A partir de ese momento pasará la nave colectora."

Este mensaje se iba reproduciendo en todo el sistema para alertar a los estudiantes del nivel meridiano que comenzaban los nuevos cursos.

Jordi miró hacia el techo de su casa pensando que iba a ver los radiocópteros, mientras el ruido del anuncio invadía el silencio penetrante de la noche.



CAPÍTULO 7

Sábado 21 de septiembre



Tal como lo habían anunciado los radiocópteros, la nave del centro educacional comenzó su descenso a la hora fijada.

Jordi esperaba ansiosamente el reencuentro con sus compañeros.

La nave colectora suspendida algunos fractales sobre la plataforma de acceso, deslizaba suavemente los ascensores para el ingreso de los estudiantes.

Mientras Jordi ascendía pensaba en lo difícil de llevar a buen término el pedido de su padre, "un pacto de silencio; informaciones peligrosas...”.

Pronto se encontraría con sus compañeros de estudio, esto lo hizo pensar en la imposibilidad de guardar el secreto y lo relacionó con la desaparición de los libros. En estos pensamientos estaba hasta que se durmió.

La llegada de la nave a la Península antártica lo despertó del sopor, producto de un sueño extraño. Se sobresaltó y por un momento no supo dónde estaba; poco a poco volvió a su mente el recuerdo de la charla del día anterior con su padre.

Cuando tomó conciencia del reencuentro con sus mejores amigos, una sonrisa de alegría se fue, tibiamente, dibujando en sus labios.

Frente a la imponente entrada al Centro Educacional GlobalNet, Jordi se abrazó con Lía y Body, amigos y compañeros de estudio desde los niveles inferiores.

Pasaron algunas centésimas hasta que se diluyó la emoción del reencuentro. Lía le comentó a Jordi que lo había extrañado durante las vacaciones; al mismo tiempo que Body, con el ingenio y la ironía que lo caracterizaban, le dijo: "Vacaciones aburridas, Sr. Max..." haciendo clara alusión al video de ficción más exitoso en los últimos tiempos, donde se cuentan las peripecias del "SR. MAX", un descifrador de enigmas cósmicos, frente a la pantalla de su computadora.

"Aburridas, es cierto, menos el último día", dijo Jordi, haciendo un gesto que desconcertó a sus amigos.

Aprovechando el reencuentro de todos los estudiantes, y el momento de confusión, antes de entrar en las tareas; pensó en revelar el secreto, mientras Body y Lía lo acompañaban.

"Existe una PC que funciona fuera del sistema", dijo Jordi sin sentirse culpable por romper el pacto que le había pedido su padre, porque intuía que en el fondo el deseo de Iván era liberarse del secreto. Ya eran cinco los que conocerían el acontecimiento.

Body, instantes después, sonriente, volvió a su habitual tono humorístico y dijo: "Por lo visto no te perdiste ni un solo programa de EL SR. MAX ."

Fue tan evidente la señal de clase que sobresaltó a los tres amigos, alejados del acceso principal del Centro de Estudios.

Sobre la entrada; Jordi alcanzó a decirles: "Esta noche, después de cenar, termino de contarles la historia; nos veremos en la habitación de Body porque es la que más lejos está del control central" y agregó con un dejo de preocupación y en un tono casi imperativo, "y... por favor, no le cuenten a nadie lo que les dije".

El sistema de detección, implementado en el Centro de Estudios, llevaba a Jordi a tomar todas estas precauciones para develar el secreto de la PC.


CAPÍTULO 8



La habitación de Body no era muy acogedora, pero tenía todo lo necesario que un estudiante de nivel meridiano requiere en función de los estudios, una disquetera de pared a pared dividida por materias con la correspondiente video neutrónica en tres dimensiones hologramáticas.

La decoración juvenil de la época consistía en hilos térmicos que regulaban la temperatura ambiente, algunas piedras lumínicas a las que se les variaba la intensidad por medio de una codificación. Entretenimientos de fin de siglo.

La última en llegar a la habitación fue Lía, en ese momento Jordi, dirigiéndose a ambos dijo: "La idea de reunirnos en tu cuarto es que en primer lugar, estamos lo suficientemente alejados del Control Central, y en segundo, no nos molestan los micrófonos que están en interfase."

"¿Pero tan importante es tu historia?" replicó Lía, mientras Body los miraba a ambos desconcertado.

"Quiero que escuchen bien, porque no lo voy a repetir", repuso seriamente Jordi, al tiempo que los amigos se le acercaban.

"No les voy a contar toda la historia por una cuestión de tiempo, pero este es el núcleo principal; necesito que me ayuden a pensar.", hizo una pausa, los miró a los dos y comenzó: " Ayer bajé al sótano de mi casa y encontré una vieja, y ahora creo que legendaria PC, que había pertenecido a mi bisabuelo paterno.

Me costó ingresar al sistema, sin embargo cuando lo hice encontré ciertas combinaciones de palabras que parecían sin sentido; hasta que hablé con mi padre esa misma noche y me dijo que en el pasado había ESCRITORES que publicaban LIBROS. Esto es lo que les quería contar", agregó Jordi visiblemente nervioso.

"¿Qué significa publicar y libros? preguntó Lía, acariciándose el cabello.

"Pero... ¿por qué creer en historias secretas y extrañas?", interrumpió Body.

"Porque es nuestro amigo y nunca nos mintió", dijo Lía severamente mientras lo miraba a Jordi con afecto.

Jordi continuó contándoles lo que su padre le había revelado.



CAPÍTULO 9

Martes 15 de octubre



... Y de acuerdo con lo resuelto, Jordi le preguntó a Body, con cierta preocupación: "¿Trajiste las piedras lumínicas?"

Los tres amigos estaban junto al resto del grupo del nivel meridiano, en una salida de estudios por Olympus Mons, con el objeto de que los estudiantes se familiarizasen con los últimos diseños tecno-cibern-éticos.

Frente al Palacio de Ingeniería Body miró a Jordi y al tiempo que asentía con la cabeza, contestó: "Tengo las piedras y las herramientas también", en el momento que Lía mirando a ambos con semblante cómplice, dejó caer, como al descuido, su disquetera y varios CD. El Plan estaba en marcha...

"No se retrasen, no se retrasen", se escuchaba lejana y desde dentro del edificio, la voz del líder coordinador del grupo.

Jordi, Lía y Body, luego de provocado el incidente, retomaron una de las vías laterales para cruzar la plaza y dirigirse por la calle de la Constelación de Orión.

Les llamó la atención que no hubiera gente caminando y Body, que parecía recuperar su buen humor, sostuvo: "Esto se parece a los jardines del Centro de Estudios en época de exámenes."

Lía, que no prestó atención a la broma, preguntó desconcertada: "¿Dónde está la gente en Olympus Mons?"

Jordi la miró sin responder, mientras pensaba: "¿Dónde estará la zona prohibida de la que me había hablado mi padre?" y que para él, sin duda alguna, encerraba el secreto de los libros.

"Debemos entrar". Pensó, porque allí estaría el secreto del pasado. En estas cavilaciones estaba Jordi cuando doblaron por la vía LVII, en tanto que a cien fractales vieron una enorme e inexpugnable edificación.

"Estoy seguro de que debe ser la zona prohibida", sentenció Jordi, "porque no hay ventanas" reflexionó.

"Ni tampoco puertas", respondió irónicamente Body, como preguntándole a Jordi: "¿Y ahora qué?"

"Miren los tubos lumínicos que rodean el edificio", dijo Lía.

"Láser de seguridad", aseveró Jordi.

"Y... ¿Cómo entramos? Por las alcantarillas", se preguntó y contestó con tono entre solemne y burlón, Body.

"¿Por qué no?" pensó Jordi.



CAPÍTULO 10



Los tres amigos frente al edificio no atinaban a tomar una determinación, pues ya era tarde para regresar con el grupo, o bien demasiado temprano, deberían estar junto al Palacio de Ingeniería dentro de tres fracciones, lo que les daba un tiempo prudencial para mezclarse con sus compañeros al término de la visita.

Sin embargo, se los veía preocupados; dieron un rodeo a la monumental construcción y se internaron en un pequeño sendero entre dos muros de color ocre. La penumbra era total.

Body sacó de su bolso las piedras lumínicas y casi al mismo tiempo que enfocaba el lateral de los grandes bloques, uno de ellos se desintegró.

Saltaron hacia atrás movidos por la sorpresa, en una época en que ya no había sorpresas porque todo estaba previsto.

"¿Qué fue eso?" dijo Lía detrás de Body.

Jordi, que había hecho un máster experimental en química lumínica, respondió seguro: "La luz de la piedra de Body es de neutrones refractarios y en el momento en que se proyectó sobre los tubos láser de protección produjo el efecto desintegrador de materia, eso es todo, una simple reacción química. Por suerte la superficie del muro es mucho más dura que la de nuestro cuerpo; de lo contrario lo que ocurrió no lo podríamos estar hablando."

Desacostumbrados a las sorpresas y a lo desconocido, salvo Jordi que lo había experimentado con la PC de su bisabuelo, decidieron entrar.

Lía recogió su cabello, pero esa era una actitud más nerviosa que por comodidad; Body afirmó en su mano la piedra lumínica y mientras esto ocurría Jordi recordó aquella frase: "Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche..." y curiosamente se sintió bien.

Entraron, la oscuridad era total, no registraban ningún sonido. Jordi le pidió otra piedra lumínica a Body para revisar sobre el otro lateral del pasaje; de pronto, una puerta de madera, pero no como las de su casa, pues parecía mucho más sólida. En ella había una inscripción que descubrió cuando enfocó la luz: SALÓN DE LAS VANGUARDIAS.

Jordi, sin demora, sacó su transcriptor instantáneo para copiar esa incodificable frase.

Los amigos se miraron, dudaron y decidieron transponer la puerta...



CAPÍTULO 11



Dentro del amplio salón los tres amigos no salían de su asombro, infinitas estanterías repletas de libros pasaban por sus miradas sin entender que era toda esa acumulación. Lía se quedó atrás de ellos, casi paralizada por la atmósfera que se respiraba.

La luz se activó y dio paso al submundo del laberinto de los libros, elemento desconocido para esta generación de finales del siglo XXI.

Jordi se acercaba con cautela a los lomos de esos artefactos antiguos, aunque inquietantes a pesar de su inmovilidad. Los estantes, que contenían el hallazgo, formaban un territorio geométrico que no se atrevían a recorrer.

De pronto Body tocó, con mucho cuidado, uno de los que sobresalía frente a él; lo deslizaba como si estuviera guardando un tubo de plutonio en un estuche de plomo, al igual que en sus clases de Física Reactiva, lo sintió en su mano, no era frío ni caliente; Jordi y Lía lo miraban casi sin respirar, observaron que tenía dos cubiertas, en una había un diseño, un arma antigua, sin ningún otro accesorio. Lía recordó haber visto un diseño parecido en la clase de cibern-ética, pero sólo había durado unos centésimas en la pantalla y luego no lo pudo recuperar. "¡Revólver!" dijo Lía y rompió el silencio, "eso es, así se llama: revólver", volvió a insistir. Jordi y Body la miraron asombrados.

En la misma cubierta donde estaba el diseño, podía leerse en lo que para ellos sería ampliar fuente: EL JUGUETE RABIOSO y un nombre, ROBERTO ARLT. Inmediatamente Jordi recordó que ese nombre estaba en la PC de su bisabuelo, tomó su transcriptor y lo pasó alrededor del libro, al mismo tiempo dijo: " Sigamos investigando".

Body con cuidado, volvió a depositarlo en su lugar, sin abrirlo. Uno más pequeño había sobre el lateral derecho, casi al final de la hilera, era el único de distinto tamaño, por lo menos en esa ubicación. Jordi lo descubrió, mientras Lía miraba todo a su alrededor sin moverse. Esta vez Jordi guardó su piedra lumínica en el estuche y colgó sobre su hombro el transcriptor, para que las manos le quedaran absolutamente libres. Primero torció la cabeza para leer lo que decía el lomo: ESPANTAPÁJAROS; abrió la cubierta y leyó OLIVERIO GIRONDO. Esta vez en lugar de pasar el transcriptor decidió mirar: "Yo no sé nada / Tú no sabes nada / Ud. no sabe nada / Él no sabe nada / Ellos no saben nada / Ellas no saben nada / Uds. no saben nada / Nosotros no sabemos nada.", decidió llevarlo.

En ese momento, Body que había desplegado una de las herramientas, la pantalla antigravitacional, comenzó a sobrevolar el espacio entre dos anaqueles, un olor extraño producto de la combinación entre el papel y la madera impregnaba el ambiente; sobre todo a la altura que Body estaba.

Jordi que leía, sin entender pero sintiendo algo en su cuerpo que no podría explicar, vio que Body, en suspensión, retiraba desde la zona superior de ese territorio inmóvil un enorme volumen con cubiertas duras: OBRAS COMPLETAS, podía leerse, y más abajo JORGE LUIS BORGES.

"Traeme ese", dijo Jordi sorprendido, por haber descubierto el nombre del escritor (como su padre le había dicho) que había dejado rastros en la PC de su bisabuelo.

La sospecha de Jordi sobre la posibilidad de reconstrucción, sólo a partir de algunos fragmentos, cada vez se hizo más intensa y más creíble; imaginó la remota posibilidad de descubrir lo que su padre le había dicho en aquella lejana conversación: "representaciones del mundo" e imaginó que los fragmentos servirían como mapa para emprender la reconstrucción del pasado.

Algunas centésimas de fracción más tarde, ya estaban con el grupo de estudiantes.


CAPÍTULO 12



De vuelta en el Centro de Estudios, y sin que nada se hubiera visto alterado, los tres amigos fueron a descansar hasta el día siguiente.

Jordi no podía conciliar el sueño y pensaba en que su padre le había advertido de lo peligroso que podía resultar conocer el secreto de los libros y la biblioteca. En ese momento escuchó la voz de Body, ya era tarde para estar por los pasillos; rápidamente se levantó y caminó hasta la puerta, la abrió unos pocos micro-fractales y Body se introdujo en el cuarto.

"¡Estás loco!" le dijo, mientras miraba una especie de cuaderno que Body tenía en su mano.

"No podía esperar a mañana para mostrarte lo que traje de la biblioteca", y alargó su brazo extendiendo el cuaderno o lo que fuera.

PROYECTO GENOMA HUMANO decía sobre la cubierta blanca en letras negras.

"¿Qué es esto?" preguntó Jordi, aturdido porque todo a cada instante era una nueva sorpresa.

"Lo estuve mirando y creo que es el borrador de un informe de investigación de los primeros experimentos en genética de fines del siglo pasado, por lo que dice en las primeras páginas", le explicó Body, al mismo tiempo que agregó, "cuando estuve sobrevolando por los anaqueles superiores me alejé un poco de la zona y fui a parar a los estantes donde había libros de ciencia, éste sobresalía y lo tomé, luego lo guardé en la mochila y ... acá estamos", dijo sonriendo y ensayando el tono burlón que lo caracterizaba.

Los muchachos estaban frente a la prehistoria de lo que era el inicio de la nueva civilización pero sin respuestas concretas. Jordi recordó una de las frases leídas: "Ustedes no saben nada”, miró a Body y le sugirió que vuelva a su habitación, era demasiado tarde para tener una reunión de estudio y no quería echar todo a perder. Arreglaron verse luego de las clases de la mañana, durante el almuerzo.

Jordi volvió a su cama, acercó la lámpara, tomó el informe sobre genética, estaba totalmente desvelado, y comenzó a leer:

"...hasta ahora los científicos tratan de secuenciar los genomas de criaturas menos complejas, con pocos millones de bases cada una, como ratones, moscas o gusanos.

En estos momentos no sólo es posible manipular genéticamente las células humanas sino que de mantenerse el ritmo actual del desarrollo tecnológico, será prácticamente imposible imaginar los progresos que se pueden producir en este campo en los próximos años.

En la primera década del siglo que viene seremos testigos de los nuevos avances de la biotecnología cuyas aportaciones más importantes, hasta ahora, es la fabricación de enzimas, proteínas y vacunas sintéticas, muchas de ellas diseñadas por ordenador.

Sin embargo, debemos prever las posibilidades de desborde que este tipo de experimentaciones podrían causar si se tomaran como factor de poder, puesto que la manipulación de los genes y las posibilidades de la clonación humana como anticipo virtual para abolir la muerte puede ser el principio de un desastre para la humanidad..."

Jordi no podía dejar de leer; lo que quedaba de la noche iba a ser más que productivo. No supo por qué, pero mientras leía recordó el archivo que no había podido abrir en la computadora de su bisabuelo: 1941 EXP. H.


CAPÍTULO 13



Por la mañana, Jordi, que sólo había descansado unas pocas centésimas de fracción, se instaló en su maquina de estudio correspondiente a Biotecnología Elemental y buscó el apartado: "Comienzos"; sugestivamente esa zona había sido modificada dado que la primera leyenda que Jordi observó decía: "Los datos sobre los primeros descubrimientos y aplicaciones de la industria genética no pueden ser localizados debido a las pérdidas de información sufridas durante la codificación. Se sugiere a los estudiantes emprender su estudio desde la nueva codificación registrada a partir del año 2077..."

Dejó la búsqueda y reflexionó acerca del gran agujero histórico que se producía. Se preguntaba cuánto tenía que ver su padre en todo esto y se sintió mal.

En el sistema perfecto algo no funcionaba.

Fracciones más tarde los tres amigos estaban reunidos en la sala del almuerzo, grandes ventanales permitían ver los jardines virtuales del Centro de Estudios, los rayos del sol sobre las copas de los árboles mostraban una escenografía que parecía de una época natural, tal vez como debió haber sido toda la Tierra, una época en la que todavía la sorpresa y lo imprevisto hubieran sido parte de la vida cotidiana, una época en que la sal contuviera sodio y el azúcar, calorías.

Quizás, estos pudieran haber sido algunos de los pensamientos que Jordi tuvo mientras sus amigos terminaban los alimentos a base de krill.

Sin hablar durante algunas centésimas, fue Jordi quien rompió el silencio y dijo que pediría una licencia para regresar a su hogar, una especie de adelanto de una parte de las vacaciones para dedicarse en categoría de tiempo completo a la última secuencia de la investigación de su trabajo sobre el origen y desaparición de la civilización marciana, para conseguir el máster en Paleo-historiografía Extraterritorial.

"Creo que voy a conseguir la licencia para terminar el trabajo, porque el año anterior no usé ninguno de los artículos del Régimen", dijo Jordi.

Sus amigos lo miraron y sospecharon de lo que se trataba, pero por supuesto no iban a hablar allí.

Uno de los líderes de grupo se acercó a la mesa y les preguntó con tono irónico si los señores tenían para mucho tiempo puesto que la señal de entrada para los cursos de la tarde ya había aparecido en la pantalla y ellos no se habían enterado.

En otro momento Jordi le hubiese contestado pero no deseaba tener ningún problema para conseguir la licencia por lo tanto pidió disculpas en nombre de los tres y con gesto de preocupación, por llegar tarde al próximo curso, se apresuró a salir con sus amigos tomándolos de los brazos para impedir cualquier reacción, sobretodo de Body que ya comenzaba a preparar la contestación al líder, Jordi lo tomó del hombro y sonriendo lo llevó hacia la salida.

Mientras caminaban por el corredor, Jordi en voz casi inaudible les dijo que no se hicieran problema, pero que era necesario volver a su casa cuanto antes porque no podía posponer una conversación cara a cara con su padre, después de lo que habían hallado; nada menos que huellas del pasado y el informe del proyecto original sobre la manipulación genética.


CAPÍTULO 14

Domingo 27 de octubre



La llegada fue más que interesante, puesto que Jordi no les había avisado a sus padres sobre la licencia y por lo tanto no lo esperaban.

Escuchó, mientras se cerraba la puerta de entrada, una nueva discusión respecto del diseño de la "nueva generación de sustitutos" que ya estaban cerca del trayecto final. En ese momento recordó la biblioteca, recordó a sus amigos y pensó en el material que incluiría en la PC de su bisabuelo.

Unas centésimas más tarde golpeó la mochila para que sus padres advirtieran su presencia; la estrategia dio resultado inmediato.

"¡Jordi!", dijo la madre con claro gesto de sorpresa.

"¿Que estás haciendo acá?" interrogó Iván, pero con un tono que era más familiar que inquisitivo.

"Me otorgaron una licencia extraordinaria por el trabajo que tengo que terminar... el de la civilización marciana, ¿recuerdan?... después de todo nosotros estamos habitando su planeta." Sentenció Jordi con una sonrisa entre cómplice y burlona; imitando el estilo de Body.

"Por supuesto, hijo, el máster que te dará unos créditos para entrar en el programa de los aspirantes a reconversión global de la historia..." En ese momento Iván le hizo un gesto a Maia e interrumpió para decir que estaban muy orgullosos de él, y en consecuencia era para festejar y no para hacer preguntas.

Maia besó a su hijo y fue a preparar su cuarto, pues ya era tarde, al tiempo que se sintió aliviada porque mientras Jordi estuviera en casa, Iván trataría de disimular el problema de su trabajo.

Iván sintió que el muchacho había llegado en un mal momento, que no tenía más lugar para presiones y que seguramente Jordi estaba ocultando algo.

Las razones de Jordi para solicitar la licencia eran reales, lo que no le resultaba convincente a Iván era el tono de Jordi puesto que no era habitual en él. Ese tono burlón no era precisamente la forma en que el muchacho acostumbraba a argumentar sus explicaciones.

Jordi comenzó a confirmar, por la cara de su padre, que las cosas no estaban bien y que además sus sospechas empezaban a tener sentido, por cuanto lo que tenía en su poder no era sólo una parte de la verdad sino un fragmento de la historia, o al menos, lo que él pensaba que podía ser la historia.

Sabía que los días venideros había que explotarlos al máximo, y que eso no iba a ser fácil con Iván en la casa y la PC esperándolo para descubrir lo que estaba hasta hoy en las sombras.

"Tú cuarto está listo", dijo Maia. Sin suponer lo que de ahora en más se estaba gestando.

"Voy a descansar mamá; no me despierten hasta mañana porque tengo mucho por hacer."

Mirando por los ventanales que daban al parque, se dirigió a su habitación y pensó en su padre y en su madre... y en lo que iba a realizar... pensó en los libros y en la manipulación genética, pensó en los códigos y volvió a los libros y en cómo le diría todo a Iván y con todas las dudas y las sospechas se deslizó en la cama mientras tocaba la madera de la cabecera e imaginaba el siglo pasado.

Durmió.



CAPÍTULO 15



Al día siguiente se despertó muy tranquilo con la certeza sobre cada paso, cada movimiento. Todo estaba allí, en la memoria, en la PC y en esos fragmentos que funcionarían como un código genético de la cultura robada; sólo había un escollo, su padre.

Se levantó, corrió uno de los antiguos almohadones heredados de la época del bisabuelo y sintió que algo distinto se estaba acercando, que todo el pasado estaba allí en esa tela que había soportado el paso del tiempo y que todavía tenía utilidad.

"Jordi, el desayuno está listo", escuchó que decía su madre.

Se apresuró a guardar los papeles secretos, el libro de Borges, el informe Genoma y el transcriptor con la copia de El Juguete rabioso. Rápidamente fue a la sala del comedor, saludó a su madre y preguntó por su padre; curiosamente Maia le dio una respuesta que Jordi no esperaba. "Tuvo que ir a la Central porque aparecieron algunos inconvenientes que no se pueden solucionar desde acá a través de la red, además creo que tenía una junta con los directores superiores..."

"Está en Olympus Mons ¿verdad?", se aseguró Jordi y repreguntó, "¿tendrá para mucho?"

"Supongo que para dos o tres días", contestó su madre mirándolo confusa por tanta pregunta y agregó, "¿a qué viene tanta curiosidad?".

"Es sólo por el trabajo que tengo que realizar y pensé que si papá estuviera aquí bien podría darme una mano, pero no es nada, de todas formas cuando regrese lo consulto y llegado el momento haré las modificaciones del caso. No te preocupes. No quiero perder más tiempo, voy a trabajar." Apoyó el recipiente del desayuno metabólico en la mesa de trabajo y le dio un beso. Maia quedó convencida y Jordi podía empezar su investigación tranquilo.

Volvió a su cuarto y esperó que su madre, como todos los días si la rutina no había cambiado, fuera a reunirse con su grupo de asistentes con los que debatían sobre los progresos del programa Vida Joven, un proyecto para extender la vida útil y productiva.

Unas centésimas más tarde Jordi estaba completamente solo en la casa, esto le daría como tres fracciones para comenzar la exploración. Bajó al sótano, encendió la PC: "¿TIENE LA CLAVE PARA INGRESAR AL SISTEMA?"

Rápidamente tecleó PAPÁ y la pantalla verde comenzó a desplegar la serie de nombres. Sabía que estaba, de algún modo, desafiando a su padre, no tenía en claro por qué, pero lo intuía. Y sabía, también, que algo se iba a modificar, que todo estaba allí, que sólo era cuestión de tiempo.

"Ustedes no saben nada", resonaron en Jordi las palabras de Girondo, el libro que había abierto y hojeado en la biblioteca, mientras miraba la pantalla verde de la vieja máquina que lo estaba esperando.

Tenía sus manos muy blancas, endurecidas, sobre el teclado, cuando sin quererlo apareció la idea.


CAPÍTULO 16



Pensaba a partir de los datos del Proyecto Genoma y trataba de hacer una relación con los fragmentos de los textos que había almacenado su bisabuelo, buscaba una pista, una clave, algún sentido.

Jordi intuía que algo se estaba por develar; en ese momento visualizó un nombre en la PC: "Jean Baudrillad".

Las iniciales del nombre concordaban con las de Jorge Borges; inmediatamente pidió ABRIR y comenzaron a deslizarse las letras que formaban las palabras del pequeño fragmento que llevaba por título, EL CRIMEN PERFECTO

"El crimen perfecto es el de una realización incondicional del mundo mediante la transformación de todos nuestros actos, de todos los acontecimientos en información pura; en suma: la solución final, la resolución anticipada del mundo por clonación de la realidad y exterminación de lo real a manos de su doble."

Jordi no podía creer lo que estaba leyendo en un texto de la última década del siglo XX. Miró hacia la ventana como buscando una explicación, corrió el teclado y apoyó los codos en la mesa y su cara sobre las manos.

La luz de la tarde sobre el polvo rojizo, provocaba el mismo efecto de aquel día en el que descubrió la máquina, sólo que esta vez su sensación no fue la misma; ya no era el temor a tener una memoria, porque allí estaba. Comenzó a tener pánico de lo que presentía, pensó en su padre, el director del Programa de Sustitución Humana. Tuvo la sospecha de que las cosas no eran tan claras en lo que al trabajo de Iván se refería. No era entonces tan ingenuo el proyecto, ni solidario para prorrogar la vida de aquellos que sufrían del virus sistémico que provocaba la muerte irremediablemente.

A esos pacientes se los sometía a sustitución, según lo que Iván le había contado, se los duplicaba pero previamente se restituían las proteínas al gen enfermo y de esta forma continuaban su vida normal.

Esto es lo que sabía pero esa verdad ahora se le aparecía bajo la forma de la sospecha.

Volvió a llevar el teclado hacia sí, dejó de mirar la ventana y se preguntó por los otros secretos que contenía la PC.

La sensación de pánico lo iba abandonado, lentamente, mientras crecía un sentimiento que no podía explicarse, algo así como ganas de gritar, de gritar muy fuerte, pero se contuvo, tomó el señalador, cerró el documento, pidió archivo y otra vez la lista de nombres, pero fijó la vista en 1941 EXP. H. intentó abrir el documento, la máquina no respondió. En la pantalla verde, el tiempo y el espacio virtual parecían no recibir los estímulos.

Ya era tiempo de que su madre volviera, decidió apagar la máquina, por hoy ya era demasiado, se dijo, ahora había que pensar.

Lentamente se dirigió a su cuarto, con el libro de Borges oculto entre los video -láser de su trabajo sobre la civilización marciana, mientras asociaba ese tema con el que leyó en la pantalla...


CAPÍTULO 17



Cuando Maia llegó sólo hacía unas centésimas que Jordi estaba en su cuarto. Fue a verlo y lo encontró con los hologramas geofísicos de Marte.

"¿Cómo va eso Jordi?" preguntó mirando las imágenes tridimensionales.

"Bastante bien. Estoy algo retrasado pero no demasiado", dijo con gran tranquilidad y meneando la cabeza como para reforzar lo dicho, lo que le daría mayores garantías de tiempo a solas.

Maia sonrió y se retiró pero antes le preguntó si cenaría temprano. Jordi le contestó que lo haría en el propio cuarto por razones de tiempo productivo puesto que estaba bastante entusiasmado con el trabajo de investigación que realizaba.

"No te distraigo más, hijo", y salió de la habitación.

Jordi recogió el libro de Borges y comenzó a buscar alguna clave, miró los títulos que figuraban al final y encontró uno que le despertó curiosidad, EL SUEÑO. Leyó y en voz medianamente alta. Se detuvo en unas líneas que lo hicieron pensar...

"En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma del círculo) hay una mesa de madera y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mí escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular... El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben."

Jordi se estiró sobre su cama, guardó el libro, puso sus manos detrás de la cabeza y pensó en la idea de lo circular que acababa de leer.

Cerró los ojos y tejió algunas relaciones: "circular es como la repetición como la no salida... la celda, la prisión, los planetas, mientras que la duplicación, ¡eso es!, la duplicación es una de las formas de la circularidad. Y si la hipótesis es correcta la permanente duplicación es la esencia de la circularidad pero por cuadros, como cuando movemos los hologramas, muy despacio, hacia adelante o hacia atrás, cuadro por cuadro y siempre se repiten los mismos movimientos aunque esos movimientos ya no están en tiempo real", especulaba Jordi al mismo tiempo que movía el holograma geofísico de Marte permanentemente hacia adelante, de manera que la imagen llegaba al final y se regeneraba perpetuamente.

Luego de ese razonamiento, un frío le recorrió todo el cuerpo.

"¿No sería todo el sistema una duplicación de otro que ya había sido devorado por el tiempo? ¿No estaríamos en presencia de un gran simulacro donde uno de los elementos que no debía haber estado se filtró, tal vez por un error de cálculo?". Pensaba. "¡La vieja PC!". Exclamó.

En esos y otros interrogantes se encontraba cuando su madre apareció con la cena, "como no me llamabas decidí traerte algo."

"Gracias, no me di cuenta; estaba tan concentrado que no tenía noción...", contestó Jordi incorporándose. "Ya es tarde, por hoy es bastante, voy a comer y a descansar. Hasta mañana", despidió Jordi a Maia y le dio un beso.



CAPÍTULO 18



Sin embargo no era descansar lo que tenía en mente, sino volver a la computadora; esperó unas fracciones mientras comía lo que su madre le había llevado y hasta que ya no escuchara ruidos en la casa.

Presintiendo que Maia ya se había ido a dormir, fue en busca del trascriptor con el que había copiado el libro de ARLT y muy sigilosamente se encaminó hacia el sótano mirando con los ojos muy abiertos y los oídos atentos para asegurarse de que su madre no se despertara.

La casa, en la oscuridad adquiría otras dimensiones en las que los límites se veían difusos; la penumbra de las habitaciones producto de la luz de la luna, o mejor dicho de las dos lunas, que entraba por los ventanales dibujaba en la atmósfera interior una secuencia de sombras que se proyectaban en todas las paredes.

Curiosamente, lejos de sentir miedo se sintió real, tal vez porque tuvo la especulativa hipótesis que sólo un elemento real proyectaría la sombra, cosa que un holograma jamás podría hacer, por el sólo hecho de ser en esencia pura refracción.

Con el trascriptor en la mano cruzó desde su habitación hasta la sala del comedor y de ahí a la cocina; abrió la puerta del sótano, se encendió la luz y se apresuró a descender.

Nunca había estado en plena noche en ese lugar, lo sintió distinto, quizás más lleno de secretos, como si la PC liberara todo aquello que ya no podía contener, como si todo el pasado estuviese encerrado en esa pequeña celda bajo tierra, en un círculo del que fuese imposible salir.

Se acercó a la máquina, realizó el procedimiento acostumbrado, entró en el programa y llevó el señalador a ROBERTO ARLT, desenfundó el transcriptor y lo apoyó en el CPU de la PC, casi inmediatamente vio un título, que correspondía al primer capítulo, LOS LADRONES.

Por suerte lo que se había imaginado daba resultado, si el transcriptor operaba magnéticamente, entonces el disco de la computadora copiaría el contenido sin mayores inconvenientes... y así sucedió.

Era la última prueba casera con los libros y funcionaba. La luz de copiado de la computadora permaneció encendida durante unas Micro-centécimas y luego se apagó.

"¡Perfecto!" pensó Jordi e inmediatamente apagó el trancriptor.

Comenzó a leer, probablemente fuese el primer texto completo que estaba guardado en la máquina puesto que hasta el momento sólo había fragmentos que su bisabuelo había almacenado.

Sintió que estaba continuando algo inconcluso pero no advertía la finalidad ulterior, el objetivo por el cual estaba haciendo lo que estaba haciendo.

Mientras tanto pulsaba el cursor y el texto se iba desplegando lentamente por la pantalla. Lo detuvo.

Leyó.

"... Próximamente a las doce de la noche me reuní en el café con Enrique y Lucio a ultimar detalles de un robo que pensábamos efectuar.

Escogiendo el rincón más solitario, ocupábamos una mesa junto a la vidriera.

(...) Tratábamos nada menos que de despojar la biblioteca de una escuela."



CAPÍTULO 19

A la mañana siguiente, se despertó un tiempo antes de lo acostumbrado, todo en la casa seguía como en la víspera, su madre se preparaba para ir a la reunión de Vida Joven, su padre, seguramente tenía para dos días más en el programa y Jordi con un tiempo prudencial para continuar sus investigaciones. Lo que no sabía era lo que estaba ocurriendo en el Centro de Estudios. Mientras tanto desayunaba con Maia.

Lía y Body habían sido descubiertos por los líderes de seguridad, no supieron qué contestar frente a las preguntas sobre la visita que habían realizado a Olympus Mons y desde ese día fueron sospechosos para el Centro de Estudios.

Sin embargo, Body se las arregló para disuadirlos por un tiempo, a pesar del miedo de Lía, consiguió que pensaran que no habían prestado la suficiente atención pero cuando el interrogatorio fue más intenso Lía ya no pudo aguantar y dijo que no habían entrado. Esto sucedía mientras Jordi estaba cómodamente conversando con su madre en la cocina durante el desayuno.

"¿Así que los problemas que tuvieron los marcianos fueron de orden cultural?", preguntó Maia.

"Bueno, en un principio, parece que no había un acuerdo en las tradiciones culturales de esa civilización. Aunque tiempo después las diferencias comenzaron a generar malestar. Se dividieron de acuerdo con las ideas, pero entre grupo y grupo las brechas fueron cada vez más acentuadas y de esa forma el contacto entre ellos mermaba de fracción a fracción."

"¿Y después?"

"Terminaron haciendo alianzas con los que menos diferecias había; lo que provocó mayores irritabilidades, porque en realidad estaban muy divididos, aún dentro de las mismas comunidades."

"Hay algo, Jordi, que no termina de convencerme, ¿qué pasó, para qué en una gran civilización homogénea, aparecieran las divisiones?"

"Eso es lo que me falta descubrir, es decir, ¿dónde se produjo? ¿cuál fue el acontecimiento? Pero ya hace mucho tiempo que desaparecieron, o por lo menos que dejaron el planeta, quizás miles de años antes de que nosotros llegáramos a habitarlo." Sentenció Jordi.

"Bueno, ya es hora de mi reunión, vuelvo como de costumbre", lo besó y le dijo:"Aprovechá el tiempo mientras exista, hijo", con tono humorístico.

Jordi pensaba que estaba en los umbrales del gran descubrimiento, pero esta vez no se apresuró, lentamente fue a su cuarto, tomó los libros, les pasó la mano por la cubierta, los miró como objetos extraordinarios, quiso sentir qué pasaba por el escritor en el momento de escribir; sentirían lo mismo que él ahora, frente a lo desconocido; estarían deseando el final; lo sabrían antes y sólo lo desplegaban como en la pantalla de la PC. ¿Qué es ser escritor?.

En todos estos interrogantes estaba Jordi cuando su alarma personal sonó.

Dejó los libros, no podía creer que estuviera sonando la señal secreta que sólo en caso de alto riesgo debería ser utilizada.

Esto sí era un problema y grave. Body no la hubiera utilizado si así no fuera.


CAPÍTULO 20



En el centro de estudios las cosas iban mal, Lía y Body estaban incomunicados por no justificar su desconocimiento sobre la visita a Olympus Mons.

Las posibilidades, ante la incomunicación, eran mínimas, Body y Lía estaban separados, los interrogaban cada cinco fracciones para comprobar que mentían. Sin embargo ninguno de los dos cambió la coartada inicial hasta que Body fue llevado a la celda de máxima seguridad en donde le mostraban cómo eran tratados los traidores al sistema. Luego lo devolvieron a su cuarto.

Bentley, considerada prisión de máxima seguridad, había sido diseñada como el lugar del tormento perpetuo, una especie de tortura permanente, sin posibilidad de escape.

Body sabía que en el momento que dijese lo que los líderes estaban esperando no tendría posibilidad de excusa posterior puesto que todo, cada movimiento, cada gesto, cada palabra, quedaba grabado.

Sólo pensaba en Lía, que tuviera el suficiente coraje como para no declarar una palabra ante los interrogatorios sucesivos, incluso frente a los realizados por las "dulces" voces de las computadoras.

Pero la sorpresa no tardó en aparecer; el Director del Programa de Sustitución Humana se hizo presente en el Centro de Estudios.

Iván Balbo fue convocado por el director del establecimiento para una charla.

El viaje desde la convención en Olympus Mons a la Península antártica no duraba demasiado tiempo, teniendo en cuenta los teletransportadores de materia para casos de urgencia, como el que supuestamente estaba sucediendo.

Iván, después de haber escuchado al director del Centro de Estudios con sumo interés, se alegró de que Jordi estuviera en su casa preparando el trabajo sobre el problema que los marcianos habían tenido con su civilización.

"Señor Balbo, los alumnos Lía y Body han declarado que no estuvieron en la visita que el Centro realizó al Palacio de Ingeniería en Olympus Mons, pero sí viajaron con el resto de sus compañeros. Es más, su hijo, Jordi, estuvo en la misma visita; y todos sabemos que los tres son muy amigos", dijo el director del Centro de Estudios mirando a Iván como si esperara una respuesta concreta.

"Mi hijo está ahora en casa, gracias a la licencia que ustedes le otorgaron, para finalizar un trabajo de investigación sobre..."

"No me diga lo que ya sé señor Balbo; estamos hablando de otra cosa. Estamos hablando de órdenes superiores. ¿O es qué no se dio cuenta?, señor Balbo."

"¿Cuál es su proyecto? Señor director", dijo Iván un poco nervioso.

"Que interrogue usted mismo a los amigos de su hijo, puesto que son producto de su programa."


CAPÍTULO 21



Jordi, en el momento que se fue su madre no demoró ni siquiera unas centésimas y bajó al sótano, encendió la PC, tecleó la clave de entrada y aparecieron inmediatamente la lista de nombres que estaba esperando en la pantalla, la recorrió y fijó el señalador en Eco Umberto, dio entrada y se descolgaron las letras de un lenguaje desconocido: " Hace frío en el scriptorium, me duele el pulgar. Dejo este texto, no sé para quién, este texto, que ya no sé de qué habla: stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus."

No supo que pasaba, pero intuyó que su bisabuelo había puesto otro mensaje en clave para no ser detectado por alguien o por algo que seguramente lo inquietaba.

Se detuvo a pensar unos instantes, "¿cuál era el sentido de la frase que acababa de aparecer? ¿quién era la rosa de la cuál hablaba el texto?."

Sabía que las cosas no andaban bien, la señal secreta ya había aparecido, por un momento se sintió acorralado, su madre llegaría en unas cuantas centésimas y él estaba sin saber lo que ocurría, o peor aún, lo que había ocurrido; puesto que el pasado se configuraba poco a poco, enigmático, pero con presencia y nada tenía que ver con los estudios que había realizado hasta el presente.

No quería que su madre lo encontrase en el sótano y mucho menos con la PC, porque eso sería el fin de la historia, o por lo menos el fin de su historia.

Sintió un gusto amargo en la boca, miró hacia la ventana, la luz se estaba disipando, todo se oscurecía lentamente. Como para la civilización marciana.

Apagó la computadora, pero por primera vez tomó uno de los lápices que estaban en el costado derecho de la PC y escribió, como pudo, esa frase en el lenguaje desconocido; todo lo que conocía era el nombre, "rosa", pero el resto le era indescifrable.

Apagó las luces del sótano, y emprendió el ascenso de las escaleras, sabiendo que Maia ya no tardaría en llegar, es más, en ese preciso momento se abría la puerta de entrada y Jordi apenas llegaba a la sala del comedor.

"Jordi, ¿adelantaste algo más sobre los marcianos?" preguntó Maia, mientras cerraba la puerta.

"No sabés lo que acabo de descubrir", dijo Jordi y prosiguió, "parece que tenían un lenguaje cifrado, quiero decir, un lenguaje que les permitiría no ser detectados por los enemigos."

Maia se acercó y le dio un beso, cosa que a Jordi le tomó por sorpresa, no porque no estuviera acostumbrado a que su madre no se los diera sino porque se dio cuenta que su padre, Iván, nunca lo había hecho, es decir, sí que le había dado muestras de afecto pero nunca le había dado un beso; por lo menos que lo recordara.

¿Acaso tendría algún significado?

Dejó esos pensamientos y de pronto se acordó de la señal que Body había mandado, debería ser muy urgente porque de otra manera no hubiese usado ese canal ni esa frecuencia que tanto tiempo les había costado codificar.

"Mamá estoy cansado", mientras le pasaba la mano por la cara en señal de afecto, "me voy a descansar porque mañana tengo que saber qué pasó con la civilización marciana.”

De pronto, promediando la noche, la señal lo sobresaltó.

"¡Jordi!, por fin contestás mi llamado; no estemos en contacto demasiado tiempo; tú padre está acá, Lía nos descubrió porque no pudo soportar la presión del interrogatorio, el direrctor del Centro de Estudios está buscando una prueba sólo para mandarnos a Bentley, llamó a tu padre para que lo ayude en la investigación. Ayer vino Iván para preguntarme donde habíamos estado pero le dije que sólo nos retrasamos y dimos una vuelta por ahí, para esperar a juntarnos con el grupo luego de la visita al Palacio de Ingeniería.

Es obvio que no me creyó, pero no me preguntó nada más. Por el momento no estás implicado gracias a la licencia que te dieron, pero no tardarán en saber que vos tampoco entraste en el edificio, no vuelvas, pero tampoco te quedes en tu casa". Fue el mensaje que Body le transmitió a Jordi y agregó: "Estamos con vos; es cierto que algo está pasando."

No podía salir de su asombro, se levantó de la cama, todavía era de noche, una de las lunas marcianas ya se ponía en la línea del horizonte mientras la otra estaba en la cuadratura del sol, lo que significaba que en la Península antártica, en el Centro de Estudios la actividad estaba comenzando.

Miró el cielo, pensó en Lía, pensó en su padre y pensó que seguramente no pasaría mucho tiempo para tener el primer contacto, trató de argüir una coartada pero estaba muy confundido.

"¿Quién estaba en falta, qué era lo que estaba mal en el sistema biplanetario?", era la pregunta que venía tomando forma en la mente de Jordi. Casi una hipótesis.

Al tiempo que la segunda luna marciana desaparecía por un lado, el sol aparecía por el otro; había que trabajar y muy rápido; tratar de unir los cabos sueltos...

"Jordi, se te hace tarde, ¿acaso no habías decidido levantarte temprano para continuar tu investigación sobre la civilización marciana?", oyó la voz de Maia.

"Ya estoy despierto, no te hagas problema, en unos instantes vuelvo al trabajo, sólo estoy pensando", le contestó a su madre, tratando de mantener la calma.

El holófono dio la señal de comunicación, por supuesto como lo esperaba, era su padre. "Jordi, buenos días, veo que estás despierto, esperé unas fracciones antes de realizar la comunicación para asegura que estuvieras levantado. Estoy en el Centro de Estudios, el Director me convocó por una confusión que hubo con tus amigos, me refiero a Lía y Body. No estuvieron en la visita que realizaron a Olympus Mons en el lugar adecuado, no sabemos qué hicieron.

Hijo, quiero hablar con vos, no por el holófono, voy para casa. No salgas". Fue el mensaje de Iván sin dar lugar a ningún tipo de respuesta. El holófono se autodesconectó.

Maia se dirigió al cuarto de su hijo, había escuchado todo, recordó cuando aquella noche había pensado en que las revelaciones de Iván traerían más de una complicación.


CAPÍTULO 22



Jordi sintió lo que jamás había experimentado en su vida, se sintió acorralado, su madre que venía hacia él, su padre que en unas centésimas estaría allí, sus amigos al borde de contar la verdad por temor.

Antes de que Maia llegara a su cuarto tomó, los libros, el transcriptor y salió por la ventana, cayó frente al tragaluz del sótano y entró, se deslizó hasta la PC, pensó en su bisabuelo, sacó el transcriptor de su estuche, encendió la máquina y lo pasó por el CPU.

Las manos le transpiraban, escuchó la voz de su madre llamándolo pero no contestó. Por primera vez en su vida no contestó. Miró si llevaba consigo el decodificador que habían diseñado con Body para comunicarse en secreto. Ahí estaba, prendido al chaleco, volvió al tragaluz, el sol ya entraba por la ventana, se detuvo, miró hacia la PC y salió por donde había entrado, sabía que los rastros del pasado corrían peligro, nadie llamaría al Director del Programa de Sustitución Humana simplemente porque algún estudiante no estuvo donde debería haber estado en el momento que lo debería haber hecho.

Siguió corriendo entre los árboles del parque con un destino decidido, los Montes Krotz, nadie podría imaginar que se ocultase allí porque para él siempre había sido un lugar aburrido, sin más que la naturaleza con sus hermosas y ornamentales plantas. Para Jordi un lugar sin atractivo; sin embargo la palabra "rosa" de la misteriosa frase le dio la idea.

Caminó por senderos que recordaba haber caminado junto a sus padres cuando era chico, cuando la meseta Elísea comenzaba a ser el lugar de residencia de las familias, cuando los artesanos trabajaban en las nuevas manifestaciones de ese nuevo mundo.

El camino estaba rodeado de árboles y casas entre ellos, parecía el lugar ideal para el desarrollo de la gente, pero de pronto pensó: "Si este es el lugar ideal para el desarrollo de los humanos, ¿cómo puede ser que Lía y Body, sólo por ser huérfanos no puedan venir, ni aún invitados por mí en las vacaciones, acaso no merecen disfrutar de lo que yo puedo hacer sólo por tener familia?" Jordi empezaba a cuestionar algunas disposiciones que un tiempo atrás no se le hubiese ocurrido. Ahora tenía tiempo para pensar, no sabía cuanto, pero sí que tenía algún tiempo, por lo menos hasta que lo descubrieran.

A pesar de todo, se sintió bien. ¿Quién estaba haciendo las cosas mal? ¿Por qué saber sobre la historia constituía delito, por qué sus amigos tenían problemas y sobre todo por qué había sido convocado su padre?

Todo esto daba vueltas en la cabeza de Jordi, y en los finales del siglo XXI, cuando la civilización humana había logrado el Gran Sueño y todo estaba en orden y en permanente progreso.

Había caminado mucho, no estaba acostumbrado, ya no se veían casas, comenzaban las pendientes de los Montes Krotz con sus variedades florales y sus plantas en las orillas de las vertientes de un agua nueva y pura, lejos de la contaminación.


CAPÍTULO 23



Fracciones más tarde y en una de las laderas de los Montes Krotz, Jordi, sentado debajo de un árbol con follaje verde y flores rojas, que se reflejaban en el remanso de una pequeña vertiente, desplegó el material que había traído y comenzó a pensar un sistema de relaciones entre esos fragmentos de textos almacenados por su bisabuelo, el apunte primitivo del Proyecto Genoma, la condición de sus amigos y la posición de su padre frente a lo que estaba ocurriendo con ellos.

Pero pensó más. Pensó en la zona prohibida, en la biblioteca, en todo el conocimiento allí reunido y curiosamente no aprovechado por la civilización o peor aún, desechado, custodiado por láser de seguridad como algo importante, pero... ¿para quién?.

Estaba confundido y pretendía ir por partes para no aturdirse, sobretodo sabiendo que no le sobraba tiempo.

Se pasó la mano por el pelo hasta la nuca, mirando como los rayos del sol reflejados en la vertiente perforaban la superficie del agua y se abrían en múltiples colores sobre las piedras sumergidas.

Pensó en que la naturaleza también tiene sus juegos secretos, sus pequeñas acciones diarias que los humanos ya no miraban o no veían.

Pensó en el ritmo de vida de los habitantes biplanetarios, en las permanentes ocupaciones, pensó en el sistema de estudio que le era impuesto sin posibilidad de elección, sólo porque una máquina decidía el destino cultural de cada persona y su desenvolvimiento profesional.

Sabía que Lía y Body terminarían en el siguiente nivel porque los tests que le habían sido realizados así lo determinaban, sin embargo él seguiría hasta por lo menos el cargo de Director de Programa, aunque todavía no le habían asignado ninguno, puesto que ese acto se realizaba al finalizar el Sexto Nivel Meridiano.

Jordi tomó el transcriptor y lo digitalizó de manera que se pudiese leer en la pequeña pantalla. Sabía o creía saber que la clave estaba en los mismos objetos prohibidos, es decir en los libros. El apunte sobre el Proyecto Genoma fue el primer texto que apareció y donde estaba el principio de la clonación, por supuesto que no hablaba de sustitución humana, pero intuía que el programa, del cual su padre era el director, venía desde aquella lejana época. Sorpresivamente, apareció un nombre: EL GOLEM, Jordi lo había visto en las obras completas de Borges que había traído de la biblioteca; nuevamente la sorpresa de que su bisabuelo tuviera un fragmento: "Si (...) el nombre es arquetipo de la cosa, en las letras de rosa está la rosa y todo el Nilo en la palabra Nilo."

Ahora podía establecer su primer relación respecto de la palabra "rosa" que aparecía también en aquel texto extraño de lenguaje inentendible, y pensó que la palabra "clonación" no sólo estaba en el Proyecto Genoma sino también en ese otro fragmento de EL CRIMEN PERFECTO.


Se paró, caminó unos pasos hasta la vertiente, tocó el agua, estaba fría, puso
las manos juntas haciendo un hueco y las deslizó hacia el chorro que caía
imperfectamente por efecto del golpe contra las piedras. Bebió y se mojó la
cara.



CAPÍTULO 24


"¡Eso es!", dijo y volvió al transcriptor, repitiendo las palabras de EL GOLEM.

"Las palabras dominaron el mundo y crearon la realidad que estamos viviendo, las continuas órdenes emanadas de la elite dirigente mezcladas con la aparente paz y calma que la humanidad logró, sólo son efecto de las palabras", pensaba Jordi mientras miraba una rosa que había brotado de una pequeña grieta entre dos piedras, "no es en el nombre donde está la rosa, sino ahí, esperando que se lo pongamos; aunque existe a pesar de todo"...

Seguramente su bisabuelo había querido dejar un mensaje cifrado, sólo para que alguien lo pudiera interpretar y es, justamente, Jordi el que llegó a esa conclusión que, en el mejor de los casos, era un buen avance.

Haber encontrado un principio de relaciones de los textos para Jordi significaba abordar el pensamiento de su bisabuelo, descifrar una clave secreta, encontrar que el lenguaje no era neutral ni transparente como pretendían mostrarlo, sobre todo, los informes científicos.

Y realizó la pregunta que faltaba: "¿Dónde estan los últimos autores que escribieron? Tal vez en otra zona prohibida. Tal vez en Bentley", se contestó inmediatamente, al mismo tiempo que tuvo un fugaz recuerdo de su abuelo al que no conoció, pero sí se acordaba del clima que se había vivido en la casa, aún cuando era muy pequeño, con la noticia de su muerte.

"Ustedes no saben nada", resonaron nuevamente las palabras de Girondo en su cabeza. Miró hacia arriba, el sol comenzaba a ocultarse detrás de las copas de los árboles, estaba más fresco, debía volver, tenía varias preguntas para hacerle a su padre.

Cuando estaba recogiendo todos los elementos, escuchó ruidos que no eran los que producía el viento, ni el agua golpeando entre las piedras.

"¡Jordi!", sonó fuerte y clara la voz de Iván.

"Acá estoy, en la vertiente", respondió Jordi.

"Te pedí que no salieras de casa, te fuiste como si estuvieras huyendo de algo, hijo, tu madre está muy nerviosa porque no sabe qué pasa ni por qué saliste de esa manera", le reclamó Iván muy nervioso por lo que estaba pasando.

Lo tomó a Jordi por los hombros, no dijeron nada por algunas micro-centésimas, sólo se miraron y el muchacho sintió la humanidad de su padre y la de él. Iván respiró profundamente y trató de calmarse. Jordi no parecía nervioso, en realidad se sintió protegido.

“ Por suerte Rony, nuestro vecino, salía de su casa temprano para recoger algunas plantas que le había encomendado a uno de los agricultores que viven sobre la ladera de estos montes y te vio por este camino; como tu madre le había pedido que cuando fuera le trajera unas especies para nosotros, bueno ... Cuando Rony vino a casa, yo ya había llegado, y nos contó que te había visto por la senda que iba al norte", relató Iván a su hijo.

Y continuó, "bien, te pedí que no te fueras y lo primero que hiciste fue irte, exijo una explicación lógica", el tono de voz de Iván comenzaba a subir.

Jordi tomó la mochila, la abrió, sin decir una palabra sacó los libros que contenía en su interior y los apoyó en el polvo rojizo del suelo marciano, mientras miraba fijamente los ojos de su padre.

"Acá están todas las respuestas, papá", dijo y rompió a llorar.




CAPÍTULO 25



En la casa, bien entrada la noche los Balbo se disponían a cenar, luego del largo e inesperado día.

Iván durante el tiempo que llevó el regreso a la casa, le había pedido a Jordi que no hablara de nada hasta que lo dispusiera.

Maia, que conocía cada gesto de su marido, sabía que las cosas eran más difíciles de lo que él dejaba traslucir, por algo siempre estaba nervioso y discutía por el tipo de trabajo que realizaba en el Programa. Tampoco la convencía la excusa de Jordi de que tenía que ir a los Montes Krotz a buscar algunas pruebas naturales para el trabajo que estaba realizando sobre la civilización marciana. Ella no hubiese querido que fuera solo, por el peligro que significaban las salientes rocosas que estaban muy flojas debido a la erosión en algunas zonas que no habían sido recicladas. No lo hubiera dejado ir y por esa razón salió imprevistamente.

Iván tenía que decidir sin pérdida de tiempo, porque en la mañana debía llamar al director del Centro de Estudios para darle los resultados de la charla con su hijo, así sabrían cómo proceder.

"¿Y bueno?" dijo Maia, "¿alguien quiere decirme que está pasando? no creo que esas caras, que pretenden estar normales, sean porque descubrieron como desaparecieron. Entonces... estoy esperando...", por primera vez se le notaba en el rostro algo de malestar. De intolerancia.

"No es fácil esto Maia, todo corre peligro, nosotros corremos peligro; Jordi estuvo en la zona prohibida cuando realizaron la visita a Olympus Mons, concretamente estuvo con Lía y Body en la biblioteca... " Maia miró a su hijo, se levantó y lo abrazó muy fuerte, sabía cuál era la pena por transitar la zona prohibida.

Iván continuó, "el director del Centro de Estudios está seguro de lo que te acabo de decir pero quiere mi propia confirmación. A pesar de que Lía y Body no dijeron donde estuvieron cuando los interrogaron, Lía declaró que no estuvieron en la visita con el grupo, a lo que Body tuvo que asentir. Como Jordi estaba acá cuando esto se descubrió, el director prefirió llamarme a mí".

"Pero ¿por qué no decirme nada?", dijo Maia y agregó, "entonces no viniste a preparar tu trabajo sobre los marcianos, fue una especie de coartada para salir del Centro de Estudios".

"Por cierto, tenemos que hacer algo... y rápido", continuó Maia, mirando a su marido.

Los tres se encontraban desencajados, la cara de Iván reflejaba la tensión, era como si todo el peso que había recibido se resumiera en ese preciso momento en sus mandíbulas, por el efecto que provocaba apretar los dientes en forma constante. Maia caminaba de un lugar a otro como buscando una salida. Jordi estaba sentado y acodado sobre sus rodillas con los dedos de las manos entrelazados, mientras algunas gotas de sudor le recorrían la mejilla derecha.

"Un momento, por favor. Tengamos calma. La hipótesis del director del Centro de Estudios es la correcta, sobre todo porque Lía y Body no dicen nada, y además porque están aterrorizados", trató, Iván, de poner sus pensamientos en orden y al mismo tiempo que su familia se tranquilizara, ante la grave situación.

Pero en realidad esto no era nada comparado con lo que se avecinaba.

Si Iván conseguía una coartada todo saldría bien, sino, lo peor estaba en la puerta. El Gran Tribunal Superior no tendría ningún tipo de miramientos, ni siquiera por tratarse del hijo del Director del Programa de Sustitución Humana.

Justamente por eso el castigo sería peor.



CAPÍTULO 26



La hora de la verdad había llegado. Iván miró a Maia y su rostro cansado dejó paso a las palabras que nunca hubieran querido oir ni Jordi ni su madre.

"Les tengo que decir muchas cosas, pero voy a empezar por la historia familiar, les pido que no me interrumpan. Es necesario.

Como alguna vez te comenté, tu bisabuelo fue un bibliotecario en el siglo pasado, pero no un simple bibliotecario sino el director de una de las más importantes bibliotecas del mundo, y su hijo, es decir tu abuelo, su gran discípulo. Un genial investigador e intelectual que en los comienzos del Operativo Migración tuvo diferencias con sus colegas convocados para los diversos proyectos. Él consideraba que una empresa de estas características iba mucho más allá de lo que el hombre hubiese imaginado jamás, que era un riesgo pretender la igualación humana, porque la naturaleza nos había hecho distintos", Iván hizo una pausa se pasó la mano por la barbilla, volvió a mirar a Maia que tenía lágrimas en los ojos... y continuó, "tu abuelo no está muerto, Jordi, está en Bentley porque el Gran Tribunal lo consideró una amenaza para el sistema."

"Pero...", quiso interrumpir Jordi. Iván le hizo una seña para que lo dejara continuar.

"En esa época, en que vos eras muy chico, yo estaba trabajando en otro nivel del Programa de Sustitución, cuando recién se comenzaba. Como vos ya sabés, era para tratar a los afectados por el virus sistémico. Lo que yo no conocía era la sección secreta que trabajaba paralelamente. Una sección diseñada para clonar generaciones mediocres que hayan vivido en épocas de escaso nivel cultural por falta de libertad de pensamiento", dijo, por fin Iván, sacándose el gran peso de encima.

Maia que se quedó paralizada, acababa de tener la respuesta a la inestabilidad y continua preocupación que Iván sentía.

"Todavía no me interrumpan, por favor. Lo cierto es que cuando me nombraron director del programa lo hicieron con la certeza de que no podía revelar nada, ni siquiera a la familia, bajo amenaza de matar a mi padre. El punto es que...”

“El abuelo... ¡vive! Exclamó Jordi.”

Iván y Maia se miraron. Había transcurrido mucho tiempo, pero no estaba mal mantener la esperanza, sobre todo en los momentos que se avecinaban.

Iván volvió al tema que los ocupaba puesto que había que resolver sin más perdida de tiempo. Lo que había que hacer era buscar la coartada lógica para disuadir al director de seguridad e Iván creyó encontrarla.

“Le puedo asegurar, al director de seguridad, que se quedaron demorados porque cuando bajaron de la nave que los condujo, tomaron unos cuantos fotogramas de los cráteres fosilizados hace diez millones de años, porque les había llamado la atención sus formas perfectamente geométricas.

Por otra parte, tendríamos la justificación del temor de Lía y Body; el por qué de no declarar, puesto que no sabían si estaba prohibido o no tomar fotogramas.

Yo tengo fotogramas de esos cráteres y son los que voy a llevarle al director mañana", dijo Iván recuperando un poco su tranquilidad.

"¿Y cómo se enteran de la coartada Lía y Body?", preguntó Maia, todavía nerviosa.

"Con el decodificador 'secreto' que construyeron para no ser interferidos", respondió Iván mirando a su hijo con una sonrisa y tomándolo de la cabeza con un visible gesto de cariño.



CAPÍTULO 27



La coartada era bastante convincente puesto que Jordi, supuestamente se había traído los fotogramas a la casa para que no los descubrieran en el Centro de Estudios.

Una travesura sin trascendencia. Es lo que Iván le diría al director, llevándole las pruebas de que su hijo había confesado y de esta forma todo seguiría igual, posiblemente una pequeña sanción pero nada más de qué preocuparse.

Sin embargo la llegada de Iván al Centro de Estudios desmoronó todo lo previsto. Lo estaban esperando en junta de Directores de Programa

"Señor Balbo, no diga nada hasta que se lo solicitemos, tome asiento, por favor", le indicó el director del Centro de Estudios sentado junto al director del Programa de Seguridad Permanente.

Iván los miró a cada uno a la cara, reconoció a los mayores porque habían sido compañeros de su padre y también habían testificado ante el Gran Tribunal Superior.

Por un momento sintió lo que su padre debería haber sentido: la impotencia frente a lo inevitable. Se sentó.

"Señor Balbo, continuó el director del Centro, supongo que no es una novedad para usted el motivo por el que convoqué en carácter de urgente a todo el Directorio..."

"Basta de rodeos, señor director de estudios", lo interrumpió bruscamente el director de seguridad y dijo, "los sensores lo denuncian todo, señor Balbo. La biblioteca ha sido violada, su hijo y sus amigos lo hicieron". Sentenció y agregó, "y como sólo los directores saben que la zona prohibida en Olympus Mons es la biblioteca, mucho me temo que usted correrá la misma suerte que su padre", enfatizó con un dejo de ironía quien se había ocupado personalmente de ese caso en aquel fatídico momento.

Iván, que ya no estaba nervioso, preguntó ante lo inevitable, "¿qué pasará con mi hijo y sus amigos?"

Retomó la palabra el director del Centro de Estudios.

"Jordi, señor Balbo, será clonado y se le realizará un tratamiento en el gen de la memoria, seguirá en el sistema, aunque nunca más podrá aspirar a ser director como estaba programado desde su nacimiento. Lía y Body son criaturas de su creación, por lo tanto simplemente desapareceran como aparecieron, en la nada." Dijo el director de estudios sin que se le moviera una pestaña, y agregó: "De los jóvenes nos hacemos cargo nosotros, pero de usted, el Gran Tribunal Superior y hasta que el momento llegue permanecerá en un salón especial.

Me olvidaba, su esposa Maia, será enviada a Vinson, por considerar que cometió un delito menor: haberse enterado de la zona prohibida y no denunciarlo. Claro... por ser su esposa.

En fin, señor Balbo, su tiempo se acabó; por lo visto los genes lo traicionaron a usted y a su hijo, es algo que tendremos que revisar", dijo el director de estudios y dio por terminada la reunión con el acuerdo del resto de los directores.

Iván fue trasladado al salón de seguridad, hasta que el Tribunal Superior se expidiera en los cargos, aunque la sentencia estaba casi decretada: Bentley.




CAPÍTULO 28



Solo en el salón, Iván pensó en su hijo y en Maia. Pensó en Lía y Body, tan entrañables amigos de Jordi. Todos condenados; su padre había tenido razón, el sistema era más perverso de lo que alguien se pudiera imaginar.

Recordó las palabras de Jordi: "¡el abuelo vive!" y el entusiasmo de su hijo en ese momento, aunque sabía que las posibilidades de que su padre estuviera vivo con la edad que tenía eran absolutamente remotas, sobretodo en un lugar como Bentley.

Mientras Iván, derrotado, profundizaba en esos pensamientos, esperando casi con seguridad la detención inmediata de su hijo y su esposa, otra era la realidad en Elísea.

Maia y Jordi habían abandonado la casa. Se habían refugiado en lo de Rony, el vecino, cuando Jordi había recibido la señal de peligro que Body le había enviado en el momento en que el Centro de Estudios comenzaba a alborotarse por la reunión de directores de programas.

Maia intuía que nada había funcionado y decidió pedir ayuda a Rony que era uno de los hombres más conocedores de la zona. Era alto, siempre de buen humor, se había desempeñado como geólogo durante los primeros años, cuando los primeros terrícolas llegaban para instalarse.

Por haber sido uno de los pioneros de la 'colonización' de Marte, ya no tenía que trabajar puesto que se le reconocía un gran mérito y el sistema decidió becarlo hasta el fin de sus días.

Se había hecho muy amigo de la familia Balbo en todo este tiempo, y no pudo decir que no se expondría a tal peligro, además esperaba que algo ocurriera, desde que vio a Jordi salir muy apresurado de su casa e Iván le había preguntado por él.

Pero no mantuvo a Maia y a Jordi allí, sino que los llevó a una vieja cabaña que él mismo había construído detrás de los Montes Krotz, del otro lado del lugar donde Jordi había estado.

En su vehículo supra-terrestre subieron los tres, además de los libros y la PC, para que no fuera descubierta.

En la cabaña, sobre las orillas del río Riesling, tenía algo singular: una vieja antena parabólica sobre su techo y los troncos que conformaban las paredes estaban asegurados entre sí por un material muy brillante de color plateado.

En el interior, Rony les dijo: "Sabía que este momento iba a llegar." Lo cuál desconcertó tanto a Maia como a su hijo. Maia miró a Jordi que estaba con lágrimas en los ojos y ella misma no se reconocía con las manos temblorosas.

"¿De qué estás hablando, Rony?", preguntó Maia, muy nerviosa.

"No hay tiempo de que les explique ahora", respondió Rony y agregó, "armá la PC, Jordi, y no te preocupes por la fuente de energía, las juntas entre los troncos nos proveerán de ella."

Jordi encendió la máquina, al tiempo que a unos fractales sobre el costado derecho se iluminó un monitor con el croquis de la antena parabólica cruzado de coordenadas y varios puntos rojos diseminados por la pantalla que representaban cada uno de los planetas.

La antena parabólica buscó las coordenadas exactas de Olympus Mons y sobre la pantalla aparecieron líneas de puntos blancos que hacían su convergencia en esa zona. Una orden de Rony y el ampliador focalizó la central GLOBALNET.

Nadie habló. Maia tomó a su hijo por los hombros y miraba la pantalla. No daba crédito a lo que se le acababa de pasar por la cabeza. Sintió miedo.

Jordi, estaba aterrorizado porque su imaginación lo había transportado a una vaga hipótesis sobre la posible desaparición de la civilización marciana: un estallido por fusión neutrónica.

En ese momento dijo Rony, mirándolos a ambos con sus ojos cansados de haber vivido tanto y su incipiente vejez a cuestas: "No es lo que ustedes piensan. Mi civilización se perdió una vez, lejos está de mi intención que se pierda la de ustedes".

Madre e hijo acababan de descubrir que Rony no era terrícola. No pudieron articular una palabra, sólo se miraron, tuvieron la sensación de lo desconocido en lo conocido.

"¿Qué les pasa?, soy Rony, el de siempre, tan humano como ustedes, sólo que me tocó Marte y no la Tierra... es muy largo. Tenemos trabajo ahora, si es que queremos salvar a Iván y a tus amigos".

Jordi salió de su breve parálisis y Maia de su asombro, pusieron manos a la obra sin perder más centésimas...



CAPÍTULO 29


Todo estaba preparado, la antena parabólica funcionaba como transmisor de señales filológicas que serían recepcionadas directamente por las máquinas de la Central GlobalNet.

El sistema de la vieja y legendaria PC estaba a punto, en ese momento Jordi pensó en su padre, pensó en los libros...

Comenzaron a deslizarse los nombres de los autores por la pantalla verde oscura. Como de costumbre llevó el señalador a Borges y buscó los textos, mientras la palabra TRANSFERENCIA se activó en la pantalla del monitor de Rony.

Maia, mirando lo que para ella era también un nuevo lenguaje, tal como le había sucedido a Jordi la primera vez, entendió qué era lo que estaban tratando de hacer.

Jordi vio TRANSFERENCIA pero no terminaba de comprender y Maia le explicó que si el lenguaje utilizado no podía ser descifrado por las máquinas de la Central, seguramente el sistema se alteraría.

Rony asintió con la cabeza lo que Maia le decía a Jordi, al mismo tiempo que manifestó que no eran los virus tal cual habían sido conocidos sino que se trataba de replicantes y agregó: "Aún cuando las autodefensas operan contra virus y elementos estraños, como los textos implican un ordenamiento lingüístico podrán penetrar y una vez instalados transformase en replicantes. Los replicantes habían sido trabajados, en la Tierra, en 1989 por un biólogo llamado Thomas Ray. Él consideraba que un sistema estaba 'vivo' si era capaz de una evolución indeterminada. Las criaturas, como las concibió Ray, vivían dentro de la memoria de la computadora y en ese terreno competían por el espacio. Por supuesto que la tecnología permitió desarrollar y controlar este sistema de 'replicantes' y, no es el momento de explicarlo porque además es bastante complicado, lo que estamos tratando de hacer es utilizar los textos de tu computadora para que funcionen como alteradores del sistema central de Olympus Mons, de modo que los códigos puedan ser reemplazados", finalizó Rony su breve exposición.

"No es el momento de decirles que la experimentación fue desestimada durante el Operativo Migración, y fui yo quien la desarrolló", pensó Rony.

Por unos instantes se hizo silencio, mientras Rony continuaba enviando los fragmentos de la cultura desde su monitor y los textos se desplegaban en el corazón del sistema central, de manera que no podía reconocer los significados. Una gran desestabilización comenzó a provocarse.

Los textos fagocitaban la fase de dictámenes de sentencias jurídicas; en la pantalla de Rony aparecían los códigos que pertenecían al control del sistema, en el enfrentamiento con los replicantes, desaparecían y los fragmentos de la literatura tomaban sus lugares.

La ficción estaba operando como regenerador de la realidad y devolviendo a la humanidad su carácter histórico, que se había desvanecido entre los microchips que habían, espectacularmente, construído la paz virtual y predeterminado las vidas bajo el disfraz de la "objetividad" de la ciencia.

La central GlobalNet había cambiado sus códigos (o mejor dicho, Rony había cambiado los códigos usando los textos como replicantes pero en forma controlada) y las órdenes que llegaban a los directores de programas habían variado por completo en el momento en que Jordi le dio salida al fragmento de Borges que ya había visto en las obras completas: "Todo el pasado vuelve como una ola y esas antiguas cosas recurren...".

En unas cuantas centésimas, dejaron de sonar las señales de peligro. Los radiocópteros se replegaron y no detectaron ninguna amenaza evidente. Se liberaron a todos los prisioneros, estuviesen donde estuviesen. Los directores de Programas recibían mensajes tales como: "Ustedes no saben nada".

El desconcierto era total, sin embargo como las órdenes emanaban de la central, se suponía que no había porque alarmarse, sólo acatarlas, como siempre se había hecho.

Las hiper-máquinas (la elite dirigente) eran alimentadas con miles de millones de datos y tenían el absoluto control directivo de esta sociedad biplanetaria; nada quedaba librado al azar, tarde o temprano la GlobalNet daba la respuesta, organizaba y reorganizaba los destinos de la civilización.

A medida que los hombres destacados en sus funciones en los diversos programas realizaban descubrimientos científicos o sociales, volcaban los datos de sus investigaciones en la memoria de la Central. De esta manera el cerebro de la computadora maestra se nutría continuamente y reordenaba la información al mismo tiempo que generaba nuevas hipótesis de investigación que eran enviadas a los Directores de Programas para su desarrollo y experimentación.

La información en perpetuo movimiento daba los parámetros de regulación para la vida: la distribución de la población, lo que estaba y no estaba permitido, lo que se podía conocer y lo que no se podía conocer. En definitiva, la civilización vivía en un mega-programa tecnológico donde cada habitante recorría un circuito predeterminado.

Nada en el sistema había sido elegido, todo estaba perfectamente programado, el futuro estaba previsto y cada miembro de la sociedad era apenas un "gen" de un cuerpo perfecto que tenía por cerebro un puñado de microchips.

El Directorio volvió a reunirse a esperar nuevas señales de los verdaderos dirigentes. No pensaron en la posibilidad del caos porque no podían pensar o no se les ocurría pensar en una falla del sistema, porque un sistema perfecto jamás falla...


CAPÍTULO 30



Mientras esto estaba ocurriendo, Iván había sido enviado con el desmaterializador molecular, momentos antes de la transferencia que estaban realizando desde la cabaña, a la prisión de máxima seguridad y decretada su muerte por traición severa al sistema. Pero lo colocaron en una mononave y lo enviaron, sin miramientos, al Monte Erebus.

Maia y Jordi, que no sabían de la suerte que había corrido Iván, se abrazaban y abrazaron a Rony que en ese momento ordenaba en su pantalla el siguiente mensaje:

"Todos los habitantes tienen derecho a circular libremente y a fijar su vivienda donde lo deseen; la zona prohibida será abierta para todo el mundo y los libros comenzarán a ser reproducidos para el alcance de todos los que lo requieran, así como holografiados para mayor la difusión."

Los textos habían funcionado en forma efectiva como replicantes y habían ganado la batalla. Los códigos de poder que almacenaba la computadora maestra fueron fagocitados por los textos enviados desde la cabaña. Obviamente no había necesidad de destruir los contenidos sino atacar sólo la programación que ejercía el control sobre la distribución de la información.

Rony que se aseguraba de que el mensaje circulara por todo el sistema, miraba a Jordi sonriente porque pensó que la civilización actual que poblaba su planeta no estaría expuesta a lo que su civilización se había sometido: la desaparición casi total de todos sus miembros por causa de un error cibernético.

Sólo algunos de ellos se habían salvado, de lo cual Rony era la prueba viviente, porque habían sido destacados con una misión científica secreta en la Tierra para comprobar si los terrícolas eran humanos como los marcianos; y de ser así, verificar en que estadio evolutivo se encontraban.

De pronto, Jordi dijo que tenían que hacer contacto con su padre y también con Lía y Body. Tomó el decodificador preparado para la comunicación directa, pero del otro lado ya no había nadie, su cara se fue transformando, al igual que la de Maia. Le preguntaron a Rony si podía hacer contacto directo, a través de la parabólica, con el Centro de Estudios. Lo hicieron, se comunicaron con el director, que todavía estaba sentado, solo, frente a la gran pantalla de comunicación.

Los vio, "es tarde, tu padre ha muerto, fue condenado antes de que todo esto sucediera, sólo cumplíamos con nuestro deber".

Jordi se echó sobre su madre, miró a Rony, volvió a mirar la pantalla, el director seguía allí, "¿Dónde están Lía y Body?", inquirió Jordi.

"Fueron mandados a Olympus Mons, a las cámaras de desclonización", respondió el director.

"No entiendo. ¿De qué se trata?", interrogó Jordi, con lágrimas en los ojos.

"Tus amigos, fueron creados por clonación en el programa que dirigía Iván, eran duplicaciones tomadas del siglo pasado para servir al sistema, pero algo ocurrió y todo cambió, variaron los mensajes, tu madre y vos son libres de acuerdo con los nuevos parámetros", dijo el director, con la misma cara de un androide que repite sólo lo que recibe o lo que quedó en su memoria.

Rony desconectó la pantalla, y trató de calmarlos a los dos; no creía demasiado en las palabras del director pero no quería decírselos para no despertar una esperanza que podía ser remota.

Sin embargo, le pidió a Jordi su decodificador, lo conectó a su pantalla y por supuesto a la parabólica, puso el objetivo en alta definición y esperó. Una débil señal comenzó a detectarse, activó el sonar y allí apareció la decodificación, "soy Lía, un error de cálculo con el desmaterializador nos mandó a la biblioteca. Body está conmigo, no se encuentra bien, ayúdennos".

"Seguramente fue activado en el momento que los replicantes comenzaron a actuar", dijo Rony mientras se acercaba a Jordi, que estaba destrozado, lo tomó de los hombros y lo hizo mirar la pantalla. Leyó el mensaje, "EL PASADO RECURRE...", gritó con toda la voz que tenía. Maia se secó los ojos y se quedó junto a su hijo tomándolo de las manos.

"... ¿Y papá?", preguntó, mirando los ojos de Rony como suplicando una respuesta positiva.

" No lo sé, tal vez, pero no estoy seguro", contestó.

Una débil señal apareció, de pronto en la pantalla, pero se fue diluyendo poco a poco.



CAPÍTULO 31



El nuevo orden que había sido instituido para el mejoramiento de la humanidad y la supuesta objetividad que las computadoras habían propuesto era, solamente, un efecto del ordenamiento de la información durante el procesamiento de los datos volcados.

Las máquinas ordenaron la información de manera lógica pero no estaban preparadas para recapacitar las consecuencias de la lógica cibernética; no consideraron el plano socio-afectivo e ideológico propio de los humanos, en los cálculos finales.

Los replicantes actuaron, allí donde la lógica cibernética no había podido avanzar: los restos de la cultura que no pueden desaparecer por completo de la memoria.

La nueva forma de gobierno fue participativa, ya no hubo que pensar en términos de orden porque el orden estaba dado por el funcionamiento del universo y sus constantes naturales. Y ése fue el ejemplo: seguir el ritmo de los miles de millones de años de armonía.

Las jerarquías fueron reelaboradas y el sentido de la existencia como el de la organización social dependían del consenso entre los habitantes, que para asegurarse de que no hubiera dispersión, formaron consejos comunitarios.

Los Directores de Programa fueron reinsertados en las nuevas categorías propuestas, siempre por consenso. El Director de Seguridad ya no estaba para castigar sino para verificar que no hubiera alteraciones en el sistema, pero no en el sistema social sino en el sistema de comunicación cibernético.

El concepto de clonificación volvió a lo que había sido en sus principios: el uso científico para mejorar la calidad de vida de los habitantes que padecían de alguna enfermedad incurable debido a su herencia genética.

La cárcel de Vinson, la de delitos menores, fue transformada en campo de experimentación arqueológica; y la de máxima seguridad, la que estaba en Bentley, fue remodelada como simulador para el conocimiento de los procesos históricos de la humanidad, como una especie de viaje temporal para que los humanos reconocieran y caminaran por su propia historia.



CAPÍTULO 32

El Futuro...

Los días pasaron y los habitantes planetarios fueron acostumbrándose a no recibir órdenes, todos y cada uno conocía su tarea y ahora con absoluta libertad podían acceder a cualquier tipo de información.

Ya no había ninguna hiper-máquina que decidiera los destinos de nadie, las

computadoras sólo se utilizaban como herramienta para las investigaciones, aprovechando todo lo almacenado.

Maia había adoptado a Lía y a Body, les había explicado su origen, pero ahora no eran sólo los amigos de Jordi, sino su familia.

En el sistema, los estudiantes ya no estaban como internos sino que trabajaban desde sus casas y sólo algunas fracciones por semana se encontraban para los intercambios de ideas y opiniones sobre los temas tratados y los procesos de socialización que por supuesto había que reestablecer por haber estado acostumbrados durante mucho tiempo a trabajar en sus máquinas estructuradoras individuales.

La Historia fue abordada por cada una de las disciplinas y una materia desconocida apareció en todos los niveles del Sistema Meridiano: la Literatura.

Los cambios fueron asombrosos, Jordi fue nombrado investigador, categoría Alfa, de Literatura junto con sus dos amigos. Formaban el grupo que debería reconstruir esa disciplina como discípulos de los últimos escritores y críticos que habían estado en la cárcel de máxima seguridad. Así como los otros hombres de distintas ciencias que no habían estado dispuestos a dejar sus pensamientos en un cerebro cibernético, como había sucedido con el abuelo de Jordi.

Trabajaban con la vieja y legendaria PC, copiaban textos, trabajaban la interpretación, invetigaban la época en que se habían producido, los comentaban y reformulaban sus estilos como hipótesis de investigación. Reconstruían el andamiaje cultural tal como en una época se había rearmado la lengua latina sobre fragmentos de inscripciones milenarias.

La biblioteca estuvo abierta para todos los habitantes del sistema y tenía a Jordi, Lía y Body como encargados de la difusión de los libros.

En este clima todo era más sereno aunque más difícil, los conocimientos no venían digeridos, estaban en bruto.

Jordi a pesar de tantos cambios, no podía olvidar, no resistía la idea de que su padre estuviese muerto. Una vez por semana subía a los Montes Krotz, solo, donde había estado con Iván, aquella tarde en la que comenzaron a precipitarse los acontecimientos de la historia, se sentaba bajo el mismo árbol, miraba los rayos del sol reflejándose en el agua y la caída irregular de la vertiente deslizándose suavemente.

Vio la rosa, que salía de la grieta entre las piedras, y supo el nombre. Iván era el nombre de la rosa; allí estaba, allí iba a estar, aún cuando la flor no existiese, existiría en el nombre, en el recuerdo, en la memoria; tanto como la enigmática fecha, 1941, que para Jordi era solo un rastro del pasado al cual no había podido acceder no porque no conociera, ahora, el acontecimiento, (la segunda guerra mundial) los libros le habían provisto la respuesta, pero sólo en parte porque nunca pudo abrir el archivo de la vieja PC, ni siquiera usando la más alta tecnología, y nunca supo por qué su bisabuelo lo había incluido entre la nómina de los escritores ...



Pos-scriptum:

En 1941 un médico del Tercer Reich experimentaba para crear super-hombres, el nombre del proyecto estaba en clave: "1941 EXP. H." la cual fue descifrada, veinte años más tarde, por un investigador de apellido Balbo como "1941 EXPERIMENTACIÓN HUMANA", quien se desempeñó posteriormente como director de una importante biblioteca. Además escribió una novela, que lleva justamente ese título, donde se narran las atrocidades de la guerra y tiene como tema central los experimentos con humanos. Su segunda, y tardía, novela nunca fue terminada, pero se conserva el original titulado: "2097 Portadores de riesgo".







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